FILOSOFANDO EL AMOR Y LA AMISTAD
Por Hugo Castillo Mesino
A septiembre se le ha denominado el “Mes del Amor y la Amistad”, el cual contribuye a engrosar y a capitalizar altos ingresos a los hipermercados, hoteles, moteles, tour, restaurantes, etc., por la demanda que esto representa en insumos de toda naturaleza, por millones de corazones alegres, melancólicos, tristes que cultivan estos dos conceptos con definición dialéctica, como lo planteó Empédocles, el primer filósofo que utilizó la idea del amor con un sentido metafísico, quien consideraba el amor y la lucha como principios opuestos de unión y separación de los elementos del universo; al igual, podemos definir etimológicamente la palabra amistad, que viene del latín “amicitia”, como: afecto puro desinteresado y recíproco; desde el punto de vista filosófico se define como la relación de sociedad entre iguales, fundada en el mutuo aprecio y en la confianza recíproca dirigida. En el transcurrir de la historia amor y amistad se han traducido, guardando las proporciones, en ofrendar a novios, novias, amigos y amigas determinada deferencia representada en regalos, invitaciones, poemas, serenatas y por qué no, unas palabras de agradecimientos como símbolo de una relación significativa. Esto suele ocurrir como algo normal en nuestra sociedad sin acudir a un dicterio objetivo expresado por nuestros padres, quienes suelen decir con madurez: “Hijo, el amor y el interés se fueron al campo un día y más pudo el interés que el amor que te tenía”. Con esta frase no pretendo opacar este festejo conmemorativo que a veces por su publicidad excesiva nubla los ojos y acelera el corazón a quienes no tienen más que dar sino una sonrisa, ni suelo desconocer las circunstancias y valoración que muchos le dan, pensando siempre con los pies sobre la tierra.
Se afirma que de los filósofos, por su concepción compleja, es poco lo que se puede aprender sobre el Amor y la Amistad; no obstante, transitaremos y evidenciaremos algunas acepciones filosóficas. Fue con Platón que el amor tuvo un significado tan central y complejo, al referirse a él en su obra “El Sofista”, donde lo considera, describe y clasifica como "un modo de caza" y, en “Fedro” como una locura, un poderoso dios, afirmó que: “El amor al prójimo es bueno cuando es por amor a Dios y malo cuando es una tendencia solamente humana”. Mientras Sigmund Freud descubrió en el mito de Narciso que: “Fue condenado a enamorarse de su propia imagen”. Para Jean Paul Sartre: “El otro con su mirada, nos define, nos cosifica, nos quita la libertad…". Mientras Bertrand Russell piensa que "la verdadera felicidad solo se consigue saliendo de uno mismo, abandonando el ego y solidarizándose con los demás”. Ahora bien, Ortega y Gasset considera que: “El amor hacia alguien en particular nace de lo más profundo de la personalidad anímica, es la preferencia más íntima y arcana que forma parte del carácter individual”. La mirada de Erick Fromm es diferente: “Amar es una experiencia personal que sólo podemos tener por y para nosotros mismos". Ahora lancemos una mirada a Aristóteles quien nos planteó que: “El amor, la amistad, la sociedad, los hombres, en su mayoría, motivados por una especie de ambición, prefieren ser amados más que amar ellos mismos”; Aristóteles busca la amistad en los seres racionales, Sócrates y Platón sienten que no se instruye a los hombres más que por amor hacia ellos y también afirman que es deshonroso para el filósofo el vivir de la enseñanza, pero no el percibir socorro de sus amigos. Sócrates visionó desde lo psicológico que la amistad y el odio son igualmente naturales, pero el odio debe dejar lugar a la amistad. Platón ve en la amistad un lazo entre las almas que persiguen un ideal, Aristóteles concibe la amistad como lo personal. Los griegos representaban la amistad en la figura de un joven vistiendo una túnica con botones, los romanos representaban la amistad mediante un joven vestido sencillamente de blanco… teniendo en sus manos dos corazones encadenados.
El verdadero amor nace libre, la amistad es un acto solidario porque exige la reciprocidad del otro, mientras que el amor es un acto solitario y se expresa independiente del otro (a) a quien ame, el amor es un arte que se alimenta de imaginación y acción, se construye en la disposición de amar aunque no sea amado; por el contrario la amistad nace en la identidad, en los valores y principios, es franca y categórica. Ser amigos es converger, divergir, controvertir, solo que al amigo se le dice la verdad frente a frente y se le alaba por las espaldas; cabe recordar la anécdota de Aristóteles y Platón, donde el primero dijo: “Soy amigo de Platón pero soy más amigo de la verdad”. Me reafirmo en la definición objetiva de Erick Fromm cuando argumenta: “La forma más noble de la amistad propiamente dicha, es aquella por la que apreciamos en el amigo sólo en la persona íntimamente unida a nosotros por los vínculos del espíritu y de la moral, es llamada amistad ética". Hay tantas cosas que el dinero no puede comprar, pero en nuestra sociedad de mercados no son muchas, ¿qué lugar ocupa el Amor y la Amistad?.
PUBLICADO EN EL DIARIO LA LIBERTAD DE BARRANQUILLA
DOMINGO 20 DE SEPTIEMBRE DE 2015
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