FACEBOOK LIVE

Latest Posts:

LA BÚSQUEDA DE IDENTIDAD Y TOLERANCIA

LA BÚSQUEDA DE IDENTIDAD Y TOLERANCIA


Por Hugo Castillo Mesino
Suelo leer muchos libros que nos liberan y espiritualizan las dimensiónes de Ser, de Hacer y de Vivir con alas en nuestras mentes; con la visión clara de que "el hombre culto es el que lee de todo", con perspectiva crítica. Ese hombre es el ser humano, único e irrepetible, como lo es una gota de agua; para ambos casos, sólo son iguales a sí mismo. Lo expresado me exhorta a abordar el valor de nuestra identidad y tolerancia como categorías inherentes a las personas o individuos sociales, inmersos y protagonistas en la sociedad donde observamos y nos observan, donde sentimos y nos sienten, donde pensamos y nos piensan, sin desconocer las concepciones, antropológicas, filosóficas y sociológicas que las estudian y las definen.


Mi estrategia, que puede ser la suya, me remite a Fernando Savater en su libro "Diccionario del ciudadano sin miedo a saber", cuando retoma a Lewis Carroll, quien en cierta ocasión se preguntó: "¿A qué se parece la luz de una vela cuando esta apagada?". Cada uno de nosotros podría formularse una pregunta por ejemplo: ¿A que me parezco cuando estoy solo y nadie me ve?, podría abandonar los papeles sociales y quitarme las máscaras útiles o prudentes que tengo ante los demás. En ambos casos resulta complejo responder a la luz de la vela apagada, al igual que a la identidad de la persona que no está presente y no tiene relación con nosotros; de tal manera que, nuestra identidad no es lo que somos, no es lo que yo soy, sino lo que representamos ante los demás.
Podemos concluir que cada uno de nosotros posee múltiples y diversas identidades, acorde con los roles y actividades que desarrollamos y por ende en las relaciones que guardamos con los demás, tal como lo expreso el Premio Nobel de Economía y notable pensador social Amartya Sen quien afirmo: "Hay muchas categorías a las que uno puede simultáneamente pertenecer..."; las personas o individuos pueden ser: escritores, filósofos, literatos, deportistas, modelos, artistas, indigenas, raizales, feministas, heterosexuales, gays, creyentes, ateos u otros; cada cual elige en su momento  y circunstancias que tipo de identidad le parece más importante y cual le resulta menos relevante, situación que está amparada en los derechos fundamentales de nuestra Constitución los cuales preceptúan la no discriminación por sexo, raza o religión.
No obstante hay tres líneas de identidades que pueden resultar peligrosas para los congéneres o semejantes, las cuales metódicamente enuncio: 1) Identidades exclusivas: son aquellas que pueden tener ciertos grupos étnicos donde son ellos y nadie más; dejando por fuera a los demás por mucho que quisieran parecerse; son de rasgos biológicos, sexo, etnia, atendiendo a su pertenencia social y jerárquica en su comunidad. 2) Identidades excluyentes: las que predominan sobre las demás posibles y borran cualquier otra; esas identidades que dicen: "yo soy ante todo" indigena, blanco, raizal, afro, cristiano, ateo, homo o heterosexual, etc., menospreciando cualquier aspecto del juego social. 3) Identidades reductivas: son las que explican todo de cada cual: "los de aquí somos así", Colombia es un país de regiones,  por tanto cada quien en su región es así; lo que supone muchas veces y ha hecho carrera, del como tienen que ser las personas en los campos políticos, familiares, deportivos, estéticos y quien sabe cuánto más, que nos hace ser diferentes, marginándose los unos a los otros, olvidándonos de emancipar y reivindicar a la Nación que es de todos. En nuestra Constitución se consagra el respeto mutuo, es un imperativo que interpretamos que a nadie se le debe someter a una identidad que no requiere; pero esas reglas son violadas étnicamente y familiarmente en los espacios sociales; esa patología social no es más que un acto de  injusticia al que nos corresponde confrontar con justicia.
Ahora nos aproximarnos a establecer en qué campo se mueve la tolerancia, concebida como la disposición cívica a convivir en armonía con personas de creencias, de ideas diferentes, aún opuestas a las nuestras, así con hábitos sociales, costumbres que no compartimos; esto ocurre en los espacios académicos, en el trabajo, en la familia, e inclusive en los partidos y movimientos sociales, es ahí, en el aquí y el ahora donde tenemos que demostrar nuestra madurez conceptual.
Colocando los ojos sobre las páginas y leyendo a Fernando Savater, es conciso cuando define a la tolerancia y nos dice que ésta "no es una mera indiferencia sino que implica en muchas ocasiones soportar lo que nos disgusta"; entonces la lógica es, ser tolerante no significa aguantar todo lo que proceda del otro, tampoco es dejar de criticar racionalmente, ni silenciar nuestra forma de enfocar, ver, o pensar las cosas para no herir a quienes piensan de otra manera. Empero, debemos ser estrategas moderados al actuar, ser tolerante no es ser permisivo o conforme, lo que siempre debemos hacer es respetar a las personas, no a sus opiniones o sus comportamientos, esto lo corrobora el escritor sueco Lars Gustafson quien a manera de síntesis define: "La tolerancia de la intolerancia produce intolerancia. La intolerancia de la intolerancia produce tolerancia"; debemos de ser muy cuidadoso ante las ventajas de la tolerancia pública, dado que esto nos conduciría a renunciar  y a ejercer formas de tolerancia privada, sería negarnos y no seguir defendiendo nuestros derechos.


Lo que realmente se opone a la tolerancia es el fanatismo arraigado en los grupos religiosos, en algunos partidos o tendencias políticas, en el manejo que le dan algunos funcionarios a la cosa pública, en las guarniciones militares. Esto ocurre cuando los ciudadanos piden claridad sobre las dudas que tienen sobre su gestión. La consideración anterior vista en lo pertinente se apoya en lo que bien manifestó Federico Nietzsche: "El fanatismo es la única fuerza de voluntad de la que son capaces los débiles"; por esa y otras razones se derriban o desmoronan las sociedades más intolerantes, cuando el pueblo empieza a expresarse y disiente ante la uniformidad y el pensamiento único que instruyen los sistemas de gobiernos con sus instituciones.
Que feliz  me siento al terminar este ejercicio al retomar  a Ernesto Sábato en su libro "La resistencia", quien al leer a Albert Camus señala: "Si su sacrificio es estéril o fecundo, y este es un interrogante que debe plantearse en cada corazón, con la gravedad de los momentos decisivos; examinemos y reconozcamos el lugar donde cada uno de nosotros es llamado a oponer resistencia, ante el imperio de los medios, con su sometimiento a las comunidades, al pueblo". Es tarea de todos analizar las identidades. Actuemos. Seamos tolerantes con irreverencia ante el otro, sin renunciar a pensar.
PUBLICADO EN EL DIARIO LA LIBERTAD DE BARRANQUILLA
DOMINGO 7 DE DICIEMBRE DE 2014
Share on Google Plus

About hugo castillo

This is a short description in the author block about the author. You edit it by entering text in the "Biographical Info" field in the user admin panel.
    Blogger Comment
    Facebook Comment

1 comentarios:

  1. La identidad y la tolerancia busca que todos lo seres humano sin importar el estrato ni el color somo y iguales y tenemos tolerancia asía los damas sin importar el sexo no es más que un acto de injusticia al que nos corresponde confrontar con justicia.

    ResponderEliminar