FACEBOOK LIVE

Latest Posts:

PETRO, CORAJE Y VERDAD

                                            PETRO, CORAJE Y VERDAD


Por Hugo Castillo Mesino


Parafraseando a Michel Foucault en su libro “La arqueología del saber”, para  comprender la trayectoria política del candidato a la presidencia Gustavo Petro habría que hacer un análisis complejo del cómo desarrolla los debates, denuncias, aborda los problemas de naturaleza social y destapa la política de la presidencia, congreso, los partidos políticos tradicionales y los clanes políticos enquistados a lo largo y ancho del país; cómo estructura el discurso y mantiene coherencia y sistematicidad, obteniendo transformaciones aquí y ahora como aportes a la conciencia colectiva ciudadana.

 

Son un puñado de hechos y cuestiones políticas por donde el candidato del Pacto Histórico ha transitado desde su gesta como concejal de Zipaquirá y militante activo del M-19, condenado por conspiración y luego torturado. En su condición de senador de la República destapó el escándalo de la llamada parapolítica, demostró los vínculos políticos con grupos paramilitares, realizó  el debate sobre la Farcpolítica; opositor al gobierno del expresidente Álvaro Uribe por sus nexos con el paramilitarismo y las CONVIVIR; durante la alcaldía de Samuel Moreno en Bogotá denuncio el sinnúmero de irregularidades conocidas como “El carrusel de la contratación”, al igual que a funcionarios del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) por hacer seguimientos ilegales contra miembros del Polo Democrático, incluido él, entre otros.

 

Comentan los politólogos que el libro de cabecera del candidato es “El coraje de la verdad” de Michel Foucault. Después de leerlo me permite inferir a manera de pregunta: ¿cómo definirlo o limitarlo?, ¿a qué tipo de concepción ideopolítica o filosófica obedece?, ¿qué fenómenos específicos se observan como campo discursivo? Se requiere de un análisis epistemológico, pero no pretendo detenerme. Prosigo y asimilo que el candidato en sus actuaciones políticas, al leer “El coraje de la verdad”, en medio de incertidumbres y certezas, permite plantear aproximaciones: "hay que decir la verdad sobre uno mismo" en dos palabras; la parrhesía es el decir veraz, hablar franco, decir valientemente todo lo que se tiene que decir; por ende, el coraje de la verdad de quien habla y asume el riesgo de decir a pesar de todo, toda la verdad que concibe, pero es también el coraje del interlocutor que acepta recibir como cierta la verdad ofensiva que escucha; la noción de parrhesía, de hablar franco, como Petro, constituye en decir la verdad sobre sí mismo, ha llegado a ser hoy para nosotros, desde luego, bastante difícil de aprehender.

 

Sin embargo, la palabra parrhesía también se emplea con un valor positivo, y en este caso consiste en decir la verdad sin disimulación, ni reserva, ni cláusula, ni ornamento retórico que pueda cifrarla o enmascararla. El “conócete a ti mismo" de Sócrates, quien dio su vida, al igual que Jesús: “La verdad os hará libre”, Mahatma Gandhi: “Vive más sencillamente para que otros puedan sencillamente vivir”, Martin Luther King: “Siempre es el momento apropiado para hacer lo que es correcto”, son huellas para la historia con ilustración, plasmación y ejemplificación, son ejemplos donde la parrhesía tiene vigencia al consistir en ese coraje y verdad que influye en Petro.

 

En suma, para que haya parrhesía es necesario que en el acto de la verdad exista: en primer lugar, manifestación de un lazo fundamental entre la verdad dicha y el pensamiento de quien la ha expresado; en segundo lugar, cuestionamiento del lazo entre los dos interlocutores, el que dice la verdad y aquel a quien ésta es dirigida; por último, la parrhesía, implica cierta forma de coraje, cuya expresión mínima consiste en el hecho de que el parresiasta corre el riesgo de deshacer, de poner fin a la relación con el otro que, justamente, hizo posible su discurso; para decir la verdad, no sólo hay que aceptar el cuestionamiento de la relación personal amistosa que uno pueda tener con aquel a quien habla, sino que hasta puede suceder que se vea en la necesidad de arriesgar su propia vida.

 

Petro no es un sabio en y para sí mismo; es un parresiasta, no dice el porvenir; revela y devela lo que la ceguera de algunos no pueden percibir, pero no levanta el velo que oculta el futuro, levanta el velo de lo que es. El parresiasta no ayuda a los hombres a franquear de cierta manera lo que los separa de su porvenir; el parresiasta no deja nada librado a la interpretación, es cierto, deja algo por hacer; eso explica que, por decirlo de algún modo, el parresiasta interviene, dice lo que es, pero en la singularidad de los individuos, situaciones y coyunturas; por ello, el culto a la personalidad al candidato no tiene cabida para quienes lo adulan, no es rentable políticamente, para la autocrítica SÍ, como el fortalecimiento a no seguir dando papaya en este mundo donde a diario te deslizan cascaritas políticas; hacer una pausa y no dejarse llevar por la emoción y concebir la auto liberación ciudadana como expresión política es la respuesta.


PUBLICADO EN EL DIARIO LA LIBERTAD DE BARRANQUILLA

LUNES 18 DE ABRIL DE 2022
Share on Google Plus

About hugo castillo

This is a short description in the author block about the author. You edit it by entering text in the "Biographical Info" field in the user admin panel.
    Blogger Comment
    Facebook Comment

0 comentarios:

Publicar un comentario