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EL ENEMIGO A VENCER ES EL MIEDO

                         EL ENEMIGO A VENCER ES EL MIEDO





Por Hugo Castillo Mesino


Estamos ad portas de las elecciones para elegir la fórmula presidencial y vicepresidencial que regirá el gobierno de Colombia para los próximos cuatro años, visionando el imperativo para las transformaciones necesarias que den respuestas a las demandas ciudadanas que superen el actual estado de pauperización económica, social y política que vive el país, en medio de una violencia sistémica que degrada el valor de la vida y que sigue poniendo en entredicho la cacareada democracia, agenciado por el gobierno y la mediocracia.


Nuestra condición de ciudadanos observantes y participantes del acontecer nacional y, por ende, de todas sus implicaciones, debe traducirse en un diagnóstico situacional del cómo han sido las campañas con miras a la Presidencia de la República y, preferencialmente, la campaña del Pacto Histórico, su candidato Gustavo Petro y su propuesta de hacer de Colombia “Potencia de Vida”.


El acontecer político electoral se ha desarrollado a través de acciones que en la coyuntura merecen ser valoradas sin estar sesgadas por intereses propios de la concepción ideopolítica que representa cada una de ellas. Para ello, nos apoyamos en lo que han representado las grandes movilizaciones que el candidato del Pacto Histórico ha convocado a lo largo y ancho de la geografía nacional, donde la concurrencia es un signo irreversible de apoyo a su Programa de Gobierno, constituyéndose en la práctica en una especie de verdadera encuesta popular participativa, reafirmando la virtualidad de los resultados de las grandes empresas encuestadoras, que con todo sus artilugios e intereses no han podido negar la favorabilidad porcentual de Petro frente a los otros candidatos, aunque intenten hasta última hora promover resultados adversos a éste.


La dinámica de la campaña crece inusitadamente a través de la vinculación de nuevos sectores y personalidades del acontecer político que encuentran en las propuestas del Pacto Histórico las salidas más viables para salir de la actual crisis de gobernabilidad y la recuperación de banderas reivindicativas de bienestar social general, largamente enterradas por la casta narcoparamafiosa que ha manejado el país en las últimas décadas. No obstante, la rentabilidad política que ha ganado la campaña no se puede dilapidar ni arriesgar en esta recta final al realizar actos repetitivos en los mismos escenarios donde la ciudadanía con su asistencia masiva ya ha impregnado su apoyo ponderado, sacrificando la seguridad personal del candidato y echando por la borda toda esta construcción colectiva hacia un nuevo país y una nueva sociedad.


Parafraseando a David Owen en su obra “En el poder y en la enfermedad. Enfermedades de jefes de Estado y de Gobierno…”, al plantear los síntomas producto del diagnóstico que se puede inferir sobre el comportamiento del candidato, es necesario prever: realizar acciones que tengan probabilidades de situarlo a una luz favorable, es decir, de dar una buena imagen de él; evitar la forma mesiánica de hablar de lo que se está haciendo y la tendencia a la exaltación; superar la tendencia a hablar en extremo de sí mismo en tercera persona generando la creencia en la audiencia de un sentimiento que raya en la omnipotencia en lo que puede conseguir personalmente y darle mayor relevancia al concepto de “Nosotros”; es inaplazable optar por una actitud de mayor apertura a los consejos y críticas tanto del interior como del exterior de la campaña política como antídoto democrático; visionar ampliamente con oído y tacto político que su convicción de la rectitud moral en su línea de actuación hace necesario considerar otros aspectos de esta, fortaleciendo el contacto permanente con la realidad para no caer en un progresivo aislamiento al que pretenden llevarlo los sectores que se le oponen en una u otra forma, ya sea a través de enlodarlo con acciones mediáticas sucias o hasta la eliminación física; utilizar medios de comunicación y difusión alternativos y virtuales orientados a fortalecer la asimilación y aprehensión del Programa de Gobierno y la articulación y organización popular de la campaña para la promoción y defensa del voto antes, durante y posterior al día de la jornada electoral.


Las provocaciones presentadas durante los últimos días se vislumbran como una forma de nublar el ambiente electoral colocando a la ciudadanía en un estado de miedo y terror para coartar su disponibilidad y participación en el ejercicio libre y consciente en los comicios electorales, como ha sido una práctica reiterativa de los sectores en el poder que no se resignan a ser sustituidos por otras alternativas de mayor aceptación por la ciudadanía. Los días por seguir serán arduos y pedregosos para la Propuesta del Cambio, con mucha turbulencia, sin excluir las acciones de carácter violento que se avizoran desde el alto gobierno y por sectores al margen de la ley coaligados en sus intereses con algunas otras candidaturas. Lo que requiere el momento es prudencia con firmeza, resistencia con persistencia. Y perderle miedo al miedo. El enemigo a vencer es el miedo.


PUBLICADO EN EL DIARIO LA LIBERTAD DE BARRANQUILLA

LUNES 9 DE MAYO DE 2022
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