INCERTIDUMBRE ELECTORAL
Las sociedades por su esencia son complejas, por ende, los ciudadanos en las elecciones a corporaciones públicas suelen vivir en incertidumbres; infiero que los votantes en la toma de decisiones como imperativo categórico, analicen que son muchos los candidatos que aspiran a ganar este certamen electoral que se convoca cada cuatro años como el mundial de futbol, a diferencia de los candidatos con falencias al no investigar sobre el proceso electoral, y recabar datos como condición necesaria para identificar la formación de los votantes, sus prioridades, problemas, expectativas, demandas y necesidades.
Razón le existe a Edgar Morin teórico del pensamiento complejo, que afirma “Debemos aprender a vivir en la incertidumbre, es decir, tener el coraje de afrontar, estar preparados para resistir las fuerzas negativas que puedan surgir", no se concibe algunos candidatos promoviendo sus nombres creyendo que lo saben todo, que conocen a los electores, cuando no han hecho otra cosa que aspirar, como si las elecciones fueran un deporte nacional.
Con urgencia ciudadana se invita a los electores a analizar la estructura de las campañas electorales con sus componentes: comprobación del perfil del candidato, eticidad y moral, estrategias, programas y propuestas que suelen ser a veces ideas sueltas producto del bla, bla electoral y de la coyuntura mediática vulgar. La democracia no se puede concebir como la aspiración de ciudadanos sin establecer reglas de juego claras pertinentes delimitando la participación de los candidatos con un mínimo de condiciones que denoten y connoten en los votantes el transferir con su voto angustias y expectativas a los futuros administradores y coadministradores del erario público; por tanto, se insiste en la necesidad de diseñar estrategias electorales a traves de un cronograma denominado el time- electoral.
En la dinámica del voto, este cada vez es más sólido. El comportamiento social dia a dia, es más complejo en el dia “D”, los votantes pueden cambiar su voto sino estan seguro de conocer integralmente su candidato, estar informado o conocer su propuestas o programas de gobierno; de lo contrario se dan sorpresas por la falta de visión sobre lo que implica el cómo administrar el voto antes, el dia “D” y después de las elecciones, de ahí que los electores terminen votando por candidatos que lideren causas, que se identifiquen con la gente o que tengan empatía.
Las campañas electorales sino cuentan con ingredientes serán aburridas y caerían en un triste espectáculo al no competir con nadie, por factores internos, externos. El desarrollo tecnológico y el surgimiento del Marketing electoral consulta centenares de impactos de la Comunicación de manera transversal, en lo familiar, laboral, social, cultural, global, entre otros. Hay elementos distractores en el ambiente de una campaña electoral, por eso se crean las incertidumbres, hay que saber administrar en función del ensayo y error; en las campañas se requiere definir el tipo de mensaje cuando el candidato está hablando a posibles electores, si es que verdaderamente se está haciendo Comunicación Política Argumentada, con dosis de convicción.
Los candidatos en las campañas electorales deben propender por contar con una estructura orgánica electoral; de no ser así los ciudadanos electores se dispersan y dejas de escucharlo. Hay que tener claro los mensajes para cada intervención, audiencia o público a traves de micro segmentación al definir las temáticas plasmadas en las propuestas y programas de gobierno que a la vez sean del interés de los electores con capacidad al conversar, haciendo rupturas con el síndrome de las habladurías, conocer quien está al otro lado, y conocer cuáles son sus temas de interés.
Toda campaña electoral debe contar con un equipo electoral especializado en cada uno de los temas y áreas de la misma; el pedido del voto al elector debe hacerse de acuerdo a la dinámica y fortalecerse en la última semana de la campaña; lo primero es la presentación de la campaña y del candidato, actores, tácticas, estrategias, etapa de enamoramiento electoral, estructura política, desplegar la operación electoral y evangelizar; implementar las nuevas tecnologías en una sociedad multiconectada, generando formatos para elaborar distintas plataformas, trabajar en redes codificadas; hacer claridad que todo candidato se convierte en hombre público y que como tal debe comportarse bien.
Lo peor que suele pasarle a un candidato es hacer parte del analfabetismo digital; lo cual crearía serios problemas en el manejo de las redes sociales. Por tanto, es un error enojarse en las redes, las cuales se han convertido en otro “Medio Masivo de Comunicación”, no se debe contestar en caliente en las redes y en espacios inmersivos. En caso extremo más vale desconectarse, apagar el celular; pero los silencios en campañas electorales no pueden ser muy largos, porque lo que no da la información lo cubre el prejuicio. En la política como en el amor, el que deja un espacio lo llena otro; el candidato que actua con viveza y argucias se lo lleva la corriente.
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