Por Hugo Castillo Mesino
Me gusta vivir siempre en la Acracia como el paraíso de los utopistas que no tienen miedo a soñar, a aventurarse como librepensadores, donde demuestran su independencia al emitir criterios sobre la cotidianidad, actúan con valentía con sus opiniones, abrazan el amor en la búsqueda del bien común, olfatean lo paradójico, enaltecen la osadía de sus ideas, brindan por el espíritu crítico para propender la innovación, valoran a quienes se atreven a hacer juicios éticos y políticos, no le temen a la verdad. Esa actitud se constituye en nuestro legado del mañana; por eso aspiramos a plantear con nuestra libertad histórica la acepciones sobre la democracia que respondan al gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, todo lo contrario en el marco de la crítica que plantea Juan Carlos Monederos en su libro "El gobierno de las palabras": "Las democracias se han convertido en formas de organización política a las que le convienen adjetivos como ‘débil’, ‘de baja intensidad’, ‘hueca’, ‘mediática’, etc.”; los gobernantes retrógrados y conservadores se alimentan y viven de estas definiciones anotadas.
No obstante, son muchas las expresiones que saltan a la vista sobre democracia, nos atrevemos a citar a Guillermo Carvajal en "Cartas a Andrés. Como formar un democrata sin corromperlo", cuando retoma a Birte Krabe de Suarez en su libro "Sistemas sociopolíticos", quien sostiene: "Por democracia en general se comprende un sistema político en el cual hay elecciones populares libres por medio de las cuales la mayoría de los ciudadanos pueden determinar, o bien directamente cuales leyes serán promulgadas y cuáles serán las decisiones gubernamentales (democracia directa), o bien indirectamente eligiendo legisladores o ejecutivos (democracia representativa)”. Son muchas las consideraciones que se hacen sobre lo que implica la democracia; el paradigma democrático puede considerarse como un estado mental que consiste en la internalización y puesta en funcionamiento de un tipo particular de comportamiento acorde con un paradigma propuesto y definido por la cultura y establecido y amparado por la ley.
Ahora intentaré a renglón seguido hacer algunas consideraciones propositivas apoyándome en Juan Carlos Monederos en su libro "El gobierno de las palabras. Política para tiempos de confusión", al referirse a la “comarca democrática”, la cual contextualizo atendiendo a las elecciones a realizarse el 25 de octubre del presente año en nuestro país, para la cual se elaborarán propuestas por los partidos políticos, los movimientos sociales y por individuos aspirantes a corporaciones públicas de los entes territoriales, igualmente se analizarán los perfiles, propuestas de las candidatas y candidatos que deberían contemplar el proceso de paz y el postconflicto respectivamente, en el marco del verdadero sentido de la democracia directa y representativa.
Los ciudadanos electores están saturados de ver el catecismo electoral repetitivo cuando de aspiraciones se trata; por tanto, es trascendental que estos eventos cuenten con un mínimo de participación de los electores, donde los candidatos antes y después de las elecciones hagan predominar la democracia en todos los espacios de poder y para ello debemos plantearnos lo siguiente:
La existencia de una opinión publica bien informada es un requisito indispensable de la construcción de democracia, con posibilidades materiales para obtener la información, recibir las consultas electorales con nudos de comunicación por toda la geografía nacional dotados de teléfonos y redes informáticas públicas, así también en los debates televisados y radiados entre las diferentes fuerzas políticas que concurren a los comicios; complementar la democracia deliberativa o directa con la representativa con participación popular en espacios amplios para la acción social presentando soluciones a problemas que han sido negados por el sistema político; hacer pública las diferencias de identidad y exigir el reconocimiento de la diferencia; ampliar la forma de la política poniendo en la agenda aspectos que están recluidos en el sector privado; la deliberación ciudadana en las políticas públicas como requisito obligatorio en los niveles municipal, distrital, departamental, etc.; puesta en marcha de presupuestos participativos con información publica a todos los ciudadanos combinando la democracia directa con la representativa con reglas internas basándose en criterios legales y técnicos; realizar auditorías ciudadanas por entes territoriales sobre la calidad de la democracia con el fin de incrementar la participación popular haciendo diagnóstico y generando una mayor corresponsabilidad en las decisiones políticas; hacer convenios con universidades y centros de investigación para coadyuvar en el desarrollo de la gestión; garantizar con más solidez el funcionamiento interno de los partidos y también en el mismo grado el de las organizaciones sociales.
Los programas electorales deben incrementar la participación e implicación de los ciudadanos en la elección de sus representantes, debe hacerse una reducción y fijación del gasto de las campañas electorales, los ciudadanos deben evaluar en el periodo electoral el grado de cumplimiento de las promesas electorales; los debates entre los candidatos a corporaciones públicas deben ser obligatorios en los medios de comunicación en la franja de máxima audiencia; se debe de aplicar con severidad los códigos de conducta ética a los funcionarios incluidos la policía y el ejercito que incurran en omisión ante los fraudes electorales.
Los políticos electos deben hacer declaraciones contrastables y públicas de bienes antes y después de ejercer el cargo, además comprometerse con el uso de los servicios públicos, estos deben evaluarse periódica y públicamente con la mayor publicidad; los políticos con aspiraciones a corporaciones públicas deben contribuir a crear redes donde participen las comunidades, las empresas, los centros de investigación, universidades, colectivos, organismos regionales y locales, asociaciones e individuos que se articulen con la administración pública en aras de obtener un mayor desarrollo en su gestión, deben asumir las realidades culturales de cada departamento, municipalidad o distrito, huyendo de las generalizaciones que ahogan las diferencias; comprometerse con propuestas situadas en el actual proceso de paz y el postconflicto, esta es una realidad inaplazable en la cual los candidatos electorales no deben estar ajenos al momento histórico que estamos viviendo, por tanto, su programa debe contener diagnóstico, análisis y terapias políticas de los entes territoriales.
PUBLICADO EN EL DIARIO LA LIBERTAD DE BARRANQUILLA
DOMINGO 01 DE FEBRERO DE 2015
buen trabajo profesor Hugo, es un texto muy informativo :)
ResponderEliminarbuen trabajo profesor Hugo :)
ResponderEliminarbuen trabajo profesor Hugo :)
ResponderEliminarLa democracia es una gran herramienta, y aunque ha sufrido algunas transformaciones a traves del tiempo aun permite vivir en una sociedad "igualitaria"
ResponderEliminarla democracia como tal a sido una gran ayuda para la sociedad y una gran herramienta de apoyo
ResponderEliminarla democracia como tal a sido una gran ayuda para la sociedad y una gran herramienta de apoyo
ResponderEliminarMuy bien este articulo, ya que nos hace saber cuan importante es la democracia en nuestra sociedad...
ResponderEliminarbuen texto, me parece que deja a relucir la verdad
ResponderEliminarbuen texto , que bonito que alguien pueda expresase así de la mujer
ResponderEliminarLINDA MOLINA 11F
Ciertamente, por democracia se comprende un sistema político en el cual hay elecciones populares libres por medio de las cuales la mayoría de los ciudadanos pueden determinar, o bien directamente cuales leyes serán promulgadas y cuáles serán las decisiones gubernamentales, o bien indirectamente eligiendo legisladores o ejecutivo. Pero paradojicamente después de hacerse esta decisión es común escuchar lamentaciones de personas arrepintiéndose de esa decisión, ya que esas promesas que un dia fueron hechas, no fueron cumplidas.
ResponderEliminarJESUS DIAZ. 11°F
la democracias es muy importante en nuestra sociedad , dado que por ella nos referimos al concepto de la libre elección y que nosotros somos los responsables de la elección del dirigente , pero aveces no somo realista ni muy democráticos y esto no lleva a una mala elección y posteriores lamentaciones .
ResponderEliminarLINDA MOLINA 11F
es un texto muy informativo porque no enseña que la democracia comprende un sistema político y es muy importante para la sociedad.
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