Por Hugo Castillo Mesino
La lectura que se hace del Nobel Gabriel García
Márquez en su obra “Cien Años de Soledad” nos permite asimilar el lenguaje que
utiliza a lo largo y ancho de su mundo lleno de ficción y realidad de un Macondo
universalizado, que imanta y nos seduce
a atrevernos a llevarlo al contexto político-literario como “cambalache” y
producir un “berenjenal” al interior de las organizaciones y movimientos que se
autodenominan “alternativos” en medio de sus desenfrenadas aspiraciones y
exclusiones con el síndrome intríngulis de las apuestas individualistas por las
ostentaciones a cargos uninominales y a corporaciones públicas que no han
podido superarse, a pesar de que la desunión en las presidenciales no permitió
obtener el solio por la mezquindad de los sectores o partidos que no renuncian
a reventar y fragmentar la unidad; pero, no se puede desconocer que esos
resultados siguen siendo un referente en la perspectiva de las elecciones del
27 de octubre próximo.
El Nobel solía escribir con un lenguaje florido
e innovador en sus escritos y novelas, el cual se convierte en un reto a
utilizar dado lo “amontonado” que aparecen miembros de partidos y movimientos
aspirando en forma “aparatosa” a ser parte de los listados de las próximas
elecciones. De ser así, es una “amenaza de peligro” a las intenciones de la
unidad misma que se persigue, pretendiendo imponer con “gritería” candidaturas
y excluyendo otras de manera “impetuosa”, repitiendo, como en un eterno retorno
nietzscheano, el cuento del “gallo capón”, como práctica de una “cantaleta”
politiquera no superada. El momento actual electoral en el departamento del
Atlántico y en el Distrito de Barranquilla se torna en un ambiente
“desalentador” si no se logra “desmontar” y aclimatar estos comportamientos
grupistas y “cebados” que suelen presentarse al intentar concertar y definir
las listas de aspirantes, quedando en pura “cháchara” macondiana la
construcción de la pretendida y soñada unidad alternativa.
¿Existe la voluntad política colectiva de los
partidos y movimientos que hacen parte de la Convergencia “Somos Alternativos”
en el departamento del Atlántico por “atemperar” las divergencias
“encasilladas” y evitar la “desbandada” de sus integrantes? Quienes hacen parte
de esta propuesta convergente deben hacer una ruptura ante la división
potencial, hacer una lectura racional y “hermenéutica” de la coyuntura y de los
retos que esta plantea, en la cual los partidos y movimientos en el ejercicio
de su autonomía organizativa deben expresar con “clarividencia” su posición
referente y no dejarse “empantanar” por las actitudes heterónomas de los
aspirantes a candidatos. Sin esta voluntad y racionalidad colectiva sería
imposible “blindar” la unidad relativa electoral que pueda alcanzarse y no
“dilapidar” los esfuerzos hasta ahora empeñados por los partidos y movimientos.
¿Cómo se explica que los partidos y movimientos
alternativos en su ejercicio de construcción de la Convergencia “Somos
Alternativos” coincidan felizmente en aspectos trascendentales como el apoyo a
Antonio Bohórquez Collazos a la Alcaldía Distrital, al igual que con las
propuestas de gobierno reivindicativas a la ciudadanía, y se presenten
divergencias “desaforadas” en la configuración de las listas de candidatos a
diputados, “despotricando”, incluso, de quienes se pretende excluir, no por la
determinación de las instancias internas de la Convergencia “Somos
Alternativos” y de los partidos y movimientos que la conforman, sino por acción
unilateral y “arrogante” de la heteronomía de los aspirantes que pretenden
“arrumar” a otros aspirantes que SÍ dependen de la definición autónoma de sus
organizaciones políticas?
Es una “desvergüenza” que la situación en
comento haya trascendido a los medios de comunicación locales en forma
“deslenguada” sin que haya sido avalada en las instancias internas de la
Convergencia, quedando la sensación en la opinión pública de que al interior de
los sectores alternativos se tejen fraudes, que al final son aprovechados por
los intereses de estos mismos medios que en forma “parsimoniosa” transmiten la
imagen de “fractura en la izquierda local” en sus titulares, produciéndole
rentabilidad y valor agregado a los sectores de la derecha en el poder local
que logran “olfatear” estos insumos para la construcción de su propio discurso
y generar “ofuscación” y “resquemor” en la audiencia ciudadana, “embadurnando”
las aspiraciones alternativas.
Al parecer, resulta un absurdo pretender
apoyarse como un avance electoral en la votación obtenida por la Colombia
Humana a nivel local y desconocer a uno de sus adalides. Como dice el dicho:
“Cría cuervos y te sacarán los ojos”, o como el cuento de la ostra que dice
tener un grano de arena caliente capturado y, sin embargo, por dentro se está
quemando, que no es más que el autoengaño. ¿O es que en su “ventolera”
pretenden hacerse un harakiri político? Tal cual, no les queda más que
“deambular” en la vieja y trasnochada “caminadera” de seguir “quemados” y
conformarse con dejar solo “constancia histórica” de su participación, pretendiendo
tener el don de la “ubicuidad”, pero sin vocación de poder. En el lenguaje garcíamarquiano
del “huevo filosofal”: Repensemos a Barranquilla.
PUBLICADO EN EL DIARIO LA LIBERTAD DE BARRANQUILLA
DOMINGO 7 DE JULIO DE 2019
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