LA POLITICA EN LETRAS
Por Hugo Castillo Mesino
Yo voto por la vida porque quiero ver
el campo reverdecer y convertir a la ciudad en un jardín. Yo no voto por la
muerte porque me entristeció al no ver la cascada y el río donde acaricié sus
aguas y me sumergí en ellas. Yo voto por vivir y gozar de una naturaleza llena
de águilas, colibrís, gansos, gaviotas, loros, papagayos, búhos, alondras,
monos, ardillas, turpiales, canarios, flores arbustos y peces de todos los
colores y algo más que nos asombre. No voto por observar a diario un cementerio
de fósiles animales y vegetales vestidos del extractivismo criminal. Yo voto
por ver los jóvenes riéndose al acariciar los libros porque al fin la vida les
abrió las puertas de la universidad. Yo no voto por la mezquindad de utilizar
el pago de mis tributos al claustro privado que acumula riquezas a costas de mi
ignorancia. Yo voto por un país libre donde se dé la separación de poderes y su
filosofía sea la justicia. Yo no voto por quien pretende absolutizar el poder
con una sola corte. Yo voto por quien
concentra la atención a un pueblo que tiene sed y espera un cambio social.
Yo NO voto por quien está
rodeado por expresidentes y por una corruptela de partidos azucarados y amermelados que
siguen sangrando al país.
Yo voto por construir una
Colombia donde los niños jueguen a la pelota y no que la cabeza de sus padres
se convierta en pelota donde los fascistas y torturadores vuelvan a festejar el
ayer que hoy intentan recrudecer queriendo revivir los falsos positivos. Yo
voto para seguir trayendo la alegría al campo y a la ciudad. Mas no voto para
que millones de desplazados huérfanos que enlutaron al país ocasionados por los
esbirros y aliados del Congreso. Yo voto para comunicarme tranquilo y que solo
me escuchen almas y espíritus libertarios, solidarios, con quienes hablo sobre
la terrenalidad de la vida. No voto por quienes perturban mis sueños con
chuzadas del ayer que llevaron a muchos a la tumba llenando las hornacinas o
nichos y hoy aparecen tumbados a la sombra por solo disentir y amar a la
democracia. Yo voto por afirmar que los amantes de la muerte andan al acecho
para mal gobernar y volver a matar a los sentí pensantes y luego disfrutar a
carcajadas de los nobles y ajenos sentimientos de almas prospectivas.
Voto por jugar en las aguas
cristalina de los ríos, océanos y mares. NO voto por observar las brigadas que
esperan en las desembocaduras y en las orillas a los muertos producto de las
guerras y las masacres con la complicidad de los gobiernos del pasado y ahora
reunidos y unidos que quieren gobernar a toda costa a mi país; para quienes no
existe ni ética y menos moral alguna. Yo voto por salir a las afueras a
contemplar la luna enamorada y NO para esconderme de los dueños y traficantes
de la muerte. Yo voto por quien con dignidad no roba un céntimo a la Nación y NO
por quién está protegido por los que desangran el patrimonio y aniquilan la
felicidad de un pueblo que tiene derecho a soñar. Yo voto con los jóvenes,
mujeres, hombres, adultos y ancianos que afloran miradas de esperanza y amor
por una patria nueva y NO por quien, con un discurso ajeno sin experiencia, ni
sentimiento de patria se confundos a seguir confunde con sus asesores; quienes aspiran por más de veinte y cuatro añiendo a los electores en falsas promesas.
Voto por una familia viviendo
en armonía, respirando el oxígeno de los días y comiendo el pan entre todos y NO
por los culpables de una familia fragmentada con niños descuartizados, jóvenes
violadas, madres torturadas y ancianos llorando la tristeza de los días de
terror. Voto por la seguridad de un dirigente y no por un dirigido candidato
con programa trasmutado sin originalidad y propenso a ser otro falso positivo;
voto por los indígenas, raizales, afros quienes han sido discriminados en la
historia oligarca y solo existen promediamente y son utilizados en muchos casos
en coyunturas electorales y en cargos de gobierno en la apariencia mentirosa
desconociendo sus derechos y particularidades etnográficas. Votare con
intelectuales, académicos, artistas, actores, columnistas, deportistas, científicos
y una Nación multicolor quienes visionamos y estamos a la vanguardia del
progreso; dibujaremos nuevos amaneceres de tardes y noches lúdicas en un
escenario donde mediados por las incertidumbres certeras y en las diferencias
afines cabemos todos; con un mar de oportunidades que podemos construir con la
voluntad y la conciencia que se puede conjugar con una Colombia más humana de
sueños y despertares.
Voto por las mañanas alegres
donde los niños se apostan con una esplendorosa sonrisa cuando asisten a la
escuela para cambiar los días y comprender que la Educación todo lo puede; con
la jovialidad de miles de profesores estimulados por una profesión que vale la
pena ejercerla en la autonomía que contribuya a sembrar territorios de Paz, Progreso
y de Bienestar Social en el Buen Vivir. Yo NO voto por quienes nos llaman
miserables después de los debates electorales y nos lanzan al abismo de los
torturados días del calendario agónico del hambre y de la miseria; mientras los
mismos se jactan de manjares con sabor apetitoso a corrupción. Yo voto por
quienes abren caminos de esperanza y se lanzan con el Coraje y la Verdad sin
importarle que Sócrates, Jesús y Galileo hayan sido condenados por decir miles de
verdades. Voto ante los mediocres que reciben órdenes y preguntan que hacer
para avanzar cuando los verdugos les inoculan dadivas a quienes acompañaron con
fórmulas electorales al Congreso amermelado; olvidándose que estos ayer, hoy y
siempre se expresaran por definición contraria a la Colombia Humana; somos por
excelencia amantes de la paz y contrarios a cualquier expresión de corrupción.
NO voto por aquellos que usted
conoce que llevaron a la canasta familiar por la vía del ascensor y al salario
mínimo por la vía de la escalera como medida inflacionaria. NO voto por quienes
devaluaron e hicieron del valor adquisitivo lo que le dé la gana. Yo voto con
la esperanza que a través del tiempo seamos deflacionarios y que el salario
mínimo este por encima del costo de la vida y los colombianos puedan aventurar
en las oportunidades que nos brinda la sociedad; para recrearnos y atrevernos a
volar nuestra imaginación como seres humanos en una Colombia Verdaderamente
Humana. Yo voto por irreverencia y por decirles a los gobernantes que ellos son
mandados por el pueblo; NO voto por los dogmatismos y el revisionismo atemporal
de los clubes de amigos con su falsa política vetusta cimentada por fósiles e
imágenes desgastadas y cavernícolas que no son capaces de escribir poemas por
su mediocridad histórica del espectáculo; lo cual no nos deja espacios para
vivir, votar en paz y escribir “La Política en Letras” Yo voto por la vida, por
la paz, y en contra del oportunismo y la corrupción como muerte súbita de los
colombianos.
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