COLOMBIA ESPERANZA HUMANA
Por Hugo Castillo Mesino
La Coalición Colombia debe seguir fortaleciéndose
con mesura e inteligencia y reconocer en la ciudadanía su base política. Somos
expresión alternativa si nuestro sentido de formación y vocación política humanista
comprende y aprehende. ¿Cuál debe ser la posición que debemos asumir en este
momento histórico y cómo definir entre el bien y el mal como variables de la ética,
la política y la ciudadanía? La victoria moral y política de Sergio Fajardo en
su condición de candidato a la Presidencia de la República de Colombia se
constituye en un hito histórico por la forma, la esencia y la naturaleza del cómo
desarrolló su proselitismo y enfocó su lema “La Fuerza de la Esperanza”. Es
cierto que los resultados cifrados en más de cuatro millones seiscientos mil
votos hacen parte de un trabajo colectivo, cooperativo de miles de voluntarios,
ciudadanos, académicos, intelectuales, columnistas, actores y otros que con la
orientación de la Coalición Colombia, integrada por el Polo Democrático
Alternativo, Compromiso Ciudadano y la Alianza Verde, y el aporte sustancioso de los compromisarios que en sendas
discusiones convergieron y divergieron sobre lo que debía ser el Programa de Gobierno
del candidato profesor. Nos llena de orgullo y satisfacción que esta campaña
política electoral haya posibilitado poner a disposición nuestras habilidades y
experiencias en la gesta política; hoy se expresa su alcance y el
reconocimiento nacional progresivo y se evidencia en el “Sí se puede”.
Los resultados conocidos por todos son una
lección de pedagogía ciudadana representada en el colega profesor Fajardo, quien
persuadió a millones de colombianos y sostuvo que “a través de la educación
todo es posible”, además que podemos hacer política sin agredir y sin
desconocer al otro. Aprendimos que se puede ser actor político planteando las
propuestas de gobierno con la mayor sencillez y la decencia que debe
caracterizar a una campaña política que con sus estrategias dio lecciones de madurez
y tolerancia entregándole a la ciudadanía; plegables, afiches, boletines,
periódicos, stikers, participando en las redes sociales y los medios de
difusión, aflorando una sonrisa de Paz y Esperanza y a la vez invitando a la
ciudadanía a ser suya la consigna “Ni un peso por un Voto”, traducida en que la
corrupción empieza desde el mismo momento en que el elector elije a los
supuestos gobernantes.
Ahora pasamos a la segunda vuelta presidencial apostando
por la Paz y la lucha contra la corrupción. Entonces, el llamado es sentar
posición sobre los dos candidatos: ¿Petro o Duque?, quienes verdaderamente
deben responder a las necesidades básicas y a las demandas sociales de los
colombianos. Es ahí donde nos corresponde definir si queremos seguir o no con
dieciséis años del continuismo y del establecimiento responsable de la crisis
política, económica y social del país y seguir atentando contra los avances
democráticos, la soberanía nacional, la paz, la justicia social, los derechos
humanos y las libertades ciudadanas tal como lo determinó mayoritariamente el
Comité Ejecutivo Nacional del Polo Democrático Alternativo. Los colombianos no
soportamos más décadas de martirio propiciados por los protagonistas de los
escándalos más grandes y aberrantes de corrupción manifiestos en los gobiernos
de Uribe y Santos, hoy unidos por el poder apoyando sin antagonismos a Duque
¡qué vergüenza!; son los mismos con las
mismas quienes apuestan a seguir sacrificando a millones de colombianos en una
ola de inestabilidad social y próximos a seguir recrudeciendo la violencia y
posibilitando devolver la página a la guerra histórica de los falsos positivos que
ha padecido Colombia.
Al orden del día está votar por Gustavo Petro,
quien a pesar de las diferencias tiene afinidades programáticas fundantes con
Sergio Fajardo y es demostrable en los tópicos del Proceso de Paz, la lucha
contra la corrupción, el Desarrollo Agroindustrial, el Medio Ambiente, la Reforma
Educativa Integral, Los Derechos Humanos y otras. Sin pretender negar las divergencias
como la “Constituyente”, propuesta superada por el candidato de la Colombia
Humana y la necesidad de replantear “la transición de las energías fósiles a limpias,
que a nuestro modo de ver debe ser gradual; sin sacrificar el empleo, la
petroquímica y los ingresos fiscales”.
Es transcendental, para avanzar y aumentar los
resultados electorales, despensar y replantearnos algunas estrategias sin
desconocer los criterios de la “Colombia Humana”, apoyándonos en conocimientos
de mercadeo político referenciados por expertos que aspiran a contribuir con la
campaña de Gustavo Petro. Si el objetivo es aumentar los votos de Petro, pues
busquemos publicaciones donde hablen de todos sus méritos; comparemos por qué
Gustavo Petro SÍ, exaltemos lo fundamental del candidato y el beneficio que representa
para Colombia ser el presidente. No es muy rentable dedicarse a hablar mal del
otro candidato, hay que atacar es el fenómeno que no posibilita los cambios. La
estrategia de destruir la competencia, rara vez funciona. ¡Votar por Petro es
el camino! y contemos al estilo de Mario Benedetti: ¡Cuenta 1, 2, 3, cuenta
siempre conmigo!
PUBLICADO EN EL DIARIO LA LIBERTAD DE BARRANQUILLA
DOMINGO 3 DE JUNIO DE 2018
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