EL VOTO ENTRE EROS Y THANATOS
Por Hugo Castillo Mesino
Hoy, 17 de junio, el país se debate en medio de
dos opciones representativas para ocupar el Palacio de Nariño; los
colombianos sabrán definir sobre un pasado marcado de soberbias, masacres,
violaciones, torturas y quienes aspiran a sobrellevar a este país a la
concordia, la paz y la civilidad política en la lucha frontal contra la
corrupción. No es fácil avanzar ante quienes prevalecen y anhelan revivir los
tiempos que marcaron la historia fúnebre con miles de víctimas y desaparecidos,
hoy aspiran a reinar y a gobernar con mayorías venenosas implicados en hechos
punibles e investigaciones jurídicas acomodándose junto al candidato matizado y
codificado, desconociendo la justicia y el bienestar de la ciudadanía. Mientras
en otros renace la esperanza después de muchos años por reconciliar al país tomándole
el pulso a los malos y satanizados espíritus para cambiar por encima de las
dificultades las componendas y triquiñuelas electorales en contra de los
amantes de la vida...
Yo los invito a votar por la vida, porque cada
día que amanece observo reducido el caudal de los ríos a pesar de que Colombia
posee una intensa cuenca hidrográfica; éstos se secan y los niños sufren y
mueren; igual sucede con los alimentos que han perdido su consistencia y
calidad siendo reemplazados por productos de importación, contribuyendo a
negarle la subsistencia a los campesinos y pescadores, afectando la posibilidad
del desarrollo de la pequeña y mediana industria.
Lancemos una mirada más allá de la
circunstancia y propiciemos un análisis y debate tomando como referencia al
famoso psicoanalista Sigmund Freud que nos habló de Eros y Thanatos, y situémonos
en el escenario político de contexto: El primero, como instinto de vida en el
cual esta enmarcado el candidato de la Colombia Humana, cuya característica es
la tendencia a la conservación de la vida, a la unión y a la integridad, a
mantener unido todo lo animado, por lo cual seguimos apostando ante esta
incertidumbre derivada por los amantes de la muerte, quienes no descansan en
aniquilar nuestros sueños de paz vendiéndoselos al mejor postor, con
expresidentes a bordo y una gama de partidos y congresistas que no les importa
la vida de los otros y que son capaces de matarse por arruinar la vida de
quienes luchan por un país sin odio, sin venganza, sin retaliación.
Mientras a ellos, los Thanatos, les importa es
el dios del dinero para seguir llenando las arcas con olor a podredumbre de
gobiernos deshumanizados, tiranos, fascistas y de una derecha desdibujada emparentada
con la ultraderecha que se la juega para reincorporar a la vida pública a todos
sus actores hoy en las celdas y a los que huyen en el exterior. A nosotros nos
une la vida que nos produce alegría y placer; mientras que los protagonistas de
la muerte se embeben con la sangre del pueblo sediento de justicia y paz. Por
eso, el llamado es a dar “un voto por la Vida, por Eros”, como negación de
cualquier posibilidad a los que prefieren la muerte como sometimiento y no a la
vida como liberación. Thanatos es contrario a Eros, designa las pulsiones de
muerte que tienden hacia la autodestrucción, a la desintegración, hacia la
muerte, en una palabra. El candidato “Thanatos” promueve su eslogan: “El futuro
es de todos”; un “todos” parecido a sus corruptas y perversas compañías y un
“futuro” con el instinto de la muerte que tiende hacia la autodestrucción y no
a la vida como liberación.
La polarización entre las fuerzas de la vida
representadas en Eros y las fuerzas de la muerte en Thanatos ha creado una
tensión que crea zozobra en la ciudadanía como posiblemente también en la
sociedad humana. Nos definimos como seguidores de Eros, el dios del Amor. Eros
también es el dios que unía a los dioses con los hombres y mantenía todo unido.
El amor que une, así es la Colombia Humana. Mientras que en el frente del
candidato “Thanatos” con su equipo y sus aliados se fomentan todos aquellos
sentimientos 'bajos', como los malos deseos, envidia, crueldad, odio,
descalificación, morbosidad, etc., fiel expresión de que es el Thanatos quien
los posee.
Por el contrario, en aquellas actividades
humanas elevadas, como el verdadero amor, la caridad, la tolerancia, la
solidaridad, el querer crecer y desarrollarse, desear hijos, educarlos, etc.,
está presente “Eros”, el candidato humano. Eros construye y une; Thanatos
destruye y desune. En la vida personal hay ciclos y etapas. En algunos ciclos
es Eros, el instinto del amor, También en la sociedad observamos estos ciclos.
Una guerra, un genocidio, una persecución étnica, política o religiosa son
todas ellas una clara manifestación de la presencia de Thanatos. Mi voto es por
Eros, convencido de que los grandes males sociales nos los producen los
desvergonzados gobernantes llenos de mentiras y sin pudor. Hoy es el día para
junto a Eros derrotar a Thanatos en las urnas.
PUBLICADO EN EL DIARIO LA LIBERTAD DE BARRANQUILLA
DOMINGO 17 DE JUNIO DE 2018
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