Por Hugo Castillo Mesino
Es común en los medios
políticos hablar del cara a cara como la búsqueda o respuesta a un sistema de
verdades donde los intervinientes presentan sus puntos de vistas sobre
situaciones de naturaleza diversa que tocan las problemáticas ciudadanas y se
asumen posiciones en la defensa de intereses públicos inclusive privados que
trascienden en las políticas públicas. En los medios de comunicación es
frecuente encontrar frases como: “se dice que el candidato dijo que participará
en las mesas redondas, los debates de cara a cara que sean necesarios con
el fin de defender todo aquello que redunde en el bienestar de la gente”. Lo
que nos permite inferir que en la coyuntura política actual son muchas las
visiones que se tienen con relación a los entes territoriales y como estos
ejercen la gobernanza desde el ejecutivo y desde lo orgánico y fundamentalmente
quienes deben ejercer el control político que garantiza la sanidad de las
políticas publicas con una dosis robustecida de transparencia sellada con
reivindicaciones ciudadanas.
El 27 de octubre se realizan
las elecciones a cargos uninominales y de las corporaciones públicas y a estás
no escapan los candidatos que en sus aspiraciones les proponen a los ciudadanos
a nivel distrital, municipal y departamental otros enfoques del cómo hacer la
política y del cómo contribuir en las soluciones de las demandas y necesidades
de la ciudadanía. Es importante que el ciudadano se informe cual es la filosofía
política de la asamblea departamental como una corporación de elección popular
que ejerce el control político sobre los actos del gobernador, los secretarios
del despacho los gerentes y los directores de institutos descentralizados. La
asamblea departamental tiene múltiples funciones, entre otras en materia de
reglamentación de la prestación de servicio, de planeación, de desarrollo
económico, de tributos y contribuciones, de la estructura administrativa del
departamento.
En la visión de un “Atlántico
Productivo” algunos candidatos a la asamblea departamental estiman de
conveniencia pública que se aprueben ordenanzas que procuren utilizar las aguas
del Rio Magdalena y del Canal del Dique para irrigar el campo obteniendo frutos
que lleguen a los centros de acopio y en los mercados públicos. En esa misma
dirección es importante fomentar las asociaciones: comunitarias, cooperativas y
campesinas, ONG con el propósito de facilitar la recepción de subsidios para la
elaboración y ejecución de proyectos productivos. Partiendo de las condiciones
socioeconómicas de los ciudadanos. Es trascendental establecer un mínimo vital
de agua de 6 metros cúbicos para los estratos 1 y 2. Como políticas públicas
hay que definir subsidios para la compra de casas a quienes no la poseen y para
mejoramiento de sus viviendas; desarrollar políticas gratuitas que van desde el
nivel jardín hasta la educación superior y el establecimiento de subsidios de
transporte para esta últimas. Son muchas las propuestas que están al orden del
día desde el ámbito corporativo; si queremos ver fortalecido la gestión
departamental y el bienestar de la ciudadanía.
En ese mismo sentido el
Concejo es el espacio de representación democrática, que ejerce el control
político y que promueve mediante Acuerdos; el desarrollo integral, sostenible y
el mejoramiento de la calidad de vida de la comunidad de forma eficaz,
eficiente y con criterios de calidad, en cumplimiento de sus competencias y
normas legales y administrativas. Los Concejos de los entes territoriales deben
comprometerse a estudiar y aprobar proyectos de acuerdo, ejercer control
político, brindando un óptimo servicio a la comunidad, y generando espacios de
participación ciudadana, ajustándose a la normatividad legal vigente,
garantizando un Talento Humano competente e idóneo, en función del mejoramiento
continuo de los procesos con el fin de lograr el desarrollo integral y
equitativo de la ciudadanía.
De igual forma consideramos
que son los distritos y los municipios quienes requieren rediseñar sus
políticas públicas; adoptando planes y programas de desarrollo económico y
social; determinar la estructura de la administración municipal entre otros. Para
ello es bueno poner al orden del día la definición de mandatos por parte de los
candidatos y potenciales concejales a estas corporaciones coadyuvando con los
mandatos por la niñez, la juventud y la lucha anticorrupción; poner fin a la
Pobreza y a la Seguridad Alimentaria; promoción e inclusión de las comunidades
indígenas; por los derechos humanos el buen vivir y la paz social; por la
defensa y promoción de los servicios públicos; por la igualdad de géneros y
empoderamiento de la mujer. En la esfera pública es Voz Populi como los entes
de control político se las tiran los de la vista gorda; donde la ciudadanía sigue
huérfana de información y de participación sobre las funciones que ejercen los
agentes del ministerio público ante la problemática ciudadana y como se ejerce
el control fiscal que dé respuesta al uso racional del presupuesto y a la
ejecución del plan de desarrollo y por ende la ausencia de control político al
ejecutivo. Repensemos a Barranquilla y al Atlántico
PUBLICADO EN EL DIARIO LA LIBERTAD DE BARRANQUILLA
DOMINGO 22 DE SEPTIEMBRE DE 2019
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