EL CHARCO DE SEMANA
La Revista Semana en su editorial anuncia en su portada la imagen deformada, monstruosa e incendiaria del Senador Gustavo Petro con la expresión literal ¡Basta ya! al señalarlo como el impulsor del caos nacional, utilizando insumos o estrategias “validas” en su pervertido y mercenario ejercicio periodístico, compartido por la dirección de la revista. La portada de la Revista con sello maquiavélico y subliminal utiliza técnicas informáticas manipulables que tiene como propósito que el ciudadano lector, al pensar sobre la situación que vive el país, termine endilgándole la responsabilidad al senador, ante la desestabilización del gobierno del Subpresidente Iván Duque. Esta situación no requiere de un análisis exhaustivo e inferir que los acontecimientos conocidos son producto de la pobreza e injusticia social, plagada en todo el territorio nacional, dónde la respuesta del gobierno ha sido la represión y la barbarie con saldos lamentables, por su incapacidad y mediocridad al NO satisfacer las demandas y necesidades de los colombianos.
La Comunicación como proceso complejo con enfoque histórico y dialectico no se puede aislar, desde su comienzo y desarrollo. La Revista Semana al publicar en su portada la imagen horrorifica con semblanza de crueldad del senador Gustavo Petro; revive una vez más, cómo la política está al acecho de la Comunicación Social y del Periodismo anclado de los viejos tiempos, con sesgos ideológicos informativos como en tiempos de los sofistas, quienes creían tener la capacidad y el poder de la palabra para informar; Platón quien defendió la retórica con trucos argumentativos en función de su pirámide social, hoy los Gurús del discurso interpretan a Platón; Aristóteles con dispositivos silogísticos; San Agustín con su lógica doctrinaria; la escolástica asimilada desde el Palacio de Nariño a las Fuerzas Militares; Francis Bacon planteo el razonamiento inductivo; EE.UU desarrollo la escuela oratoria después de la Segunda Guerra Mundial. La Revista semana asimilo en las fases históricas y en los tiempos actuales el cómo se utiliza la Comunicación para mantenerse en el poder y deslegitimar a los presidenciables alternativos y demócratas con aspiraciones legítimas, al solio presidencial.
La portada horrorifica de la Revista Semana sobre el senador Gustavo Petro, se sintetiza como la noticia explosiva y no como una Fuente periodística. Para Semana la portada es un Charco que tiene aguas estancadas con otras materias. Si bebes de ellas sin filtrarlas te puedes intoxicar; en efecto, hay que distinguir entre las fuentes y los charcos; Vicky un buen periodista no hace uso de los charcos, maneja fuentes limpias, de aguas claras o, cuando menos, con aguas de fácil depuración. Existe, por supuesto, fuentes interesadas en los asuntos que nos cuentan, pero en este caso de la Portada de su Revista ha debido filtrar los datos, verificarlos, ofrecer las posiciones que faltan, documentarse, contextualizarse; no obstante, usted en la Portada deja plasmada los odios como herramienta estatal, actúa bajo la premisa de la defensa política de sus congéneres, aliados con el dispositivo de la Revista Semana en su condición de directora. Es por ello que valida la portada en un país a su parecer de “ciegos, sordos y mudos” como lo expresa la canción de Shakira; Vicky su portada enmarca el querer desacreditar y embadurnar la imagen del senador Gustavo Petro; no es posible su calificación burda y tosca, el perfil del senador ha sido construido e hilado con su trabajo académico y político, prestigio alcanzado y sostenido a toda prueba.
El sensacionalismo de la Revista Semana dista mucho de la técnica popular y muchísimo de la prensa seria, constituye no obstante una modalidad más del periodismo como trampa. No conocemos un catálogo donde se especifique en que caso se vulnera la ética y en cuales no, no resulta sencillo elaborarlo, la decisión debe quedar reservada a la conciencia del informador. Vicky acepte su error, es fatal; el periodista a mi juicio debe responsabilizarse de la inferencia que provoca su yuxtaposición al haber publicado en la portada la imagen del senador, dónde usted sabe que no hay ningún nexo o elemento de relación y expresa lo contrario; su actuación al publicar y concebir el editaje de la portada, atenta contra el prestigio del senador y su familia, provocando preocupaciones por la vida del senador.
Las políticas públicas han hipotecado la libre expresión de los comunicadores, al conducirlos a hacer una ruptura e independencia y situarlos al lado de los intereses familiares y clanes mesclados y embebidos por la politiqueria, como suele hacerlo la periodista Vicky Dávila, quien actúa con premeditación y sevicia, cuando sus entrevistados no hacen parte de su mediocracia, aplicando el adagio árabe “el enemigo de amigo es mi enemigo” mientras a sus afines padrinos políticos como ex-senador Álvaro Uribe y hoy presidente, lo entrevista y lo defiende con preguntas de bandejas de plata, para que se despache, olvidándose del criterio ético “quitar mascaras o viceversa" Repensar, quienes nos adversan, los advérsanos con ideas y no con posverdades monstruosas, menos eliminadolos.
LUNES 24 DE MAYO DE 2021
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