EL VIDEO: CONTROL AL MAESTRO
Por Hugo Castillo Mesino
Es asombroso informarme que a los colegas docentes incorporados a partir del año 2002 van a ser evaluados por su labor en el aula de clase; de este laboratorio pienso que es el espacio donde se puede respirar, oler, degustar y tener tacto pedagógico en el manejo y la comprehensión de los saberes en la interacción dialéctica entre estudiantes y profesores, aunque debe quedarnos claro que innovar no siempre se traduce en calidad, máxime cuando el docente va a ser evaluado por sus “competencias” y éstas van a ser condensadas en un vídeo con altas características técnicas especializadas por los pares académicos instrumentales regionales y nacionales, acreditados y certificados por el Ministerio de Educación Nacional. Es más que pertinente, dimensionar que la evaluación es un eslabón consustancial a un momento del proceso educativo; esta es inherente al tema, a la asignatura y niveles superiores, mientras que a nivel de la clase que se imparte se identifica con el control; control que fue ejercitado por supervisores de la educación hace décadas y que la diferencia radica en el esnobismo del vídeo milagroso como paliativo a la “educación con calidad” direccionado por otros agentes del Ministerio, olvidándose conscientemente que la evaluación es la síntesis del proceso docente educativo, entendido este como el currículo, políticas educativas, agentes educativos y la comunidad académica; por ende, para el estudio de caso que nos asiste este control no cumple con el protocolo pedagógico.
El nuevo sistema de control del maestro o vídeo, con código de barra y sello de garantía, se apoya en las prácticas “pedagógicas” del docente en el aula, donde se filmará un vídeo formateado de la clase con duración de 45 minutos, se observará el ambiente de la misma, la interacción del profesor y del estudiante, se valorará el contexto y las condiciones socioeconómicas de los estudiantes, la flexibilidad curricular en el ejercicio docente, la autoevaluación del docente, su valoración en el desempeño, su ética profesional, trabajo en equipos, sus fortalezas como proceso realimentario, la evaluación de los estudiantes. El vídeo milagroso de control y observación didáctica “sistémica” del ejercicio y quehacer didáctico del docente en el aula tiene una valoración del 80% de su clase; este vídeo contará con camarógrafos y asistentes del Ministerio para su grabación o el docente podrá realizarlo con sus recursos; lo que me permite inferir que estamos ad portas de un posgrado en tecnologías y elaboración de vídeos didácticos para el control del ejercicio docente y desde luego se venderán vídeos piratas a las entradas de las instituciones educativas, lo que me figura montar una empresa “Control al maestro” con asesoramiento virtual y gráfico.
Mi percepción y solidaridad es que la “evaluación de desempeño de los docentes” con carácter sancionatorio fue derrotada y los pocos logros son justos; pero, a mis colegas no se les puede responsabilizar ni endilgar la aberrante perversidad educativa del “Vídeo como control de la evaluación “como el nuevo espectáculo educativo de Hollywood, el cual enmarca una alta responsabilidad conjunta de algunos directivos de la FECODE, en desmedro de la calidad educativa. Ante lo expuesto es importante aclarar que para Carlos M. Álvarez de Zayas en su libro “Pedagogía como ciencia”: ”La Pedagogía es la ciencia que tiene por objeto el proceso de formación, es decir, la que estudia la formación, en general, de la personalidad de los hombres. El estudio de la pedagogía nos permite dirigir científicamente la formación de los ciudadanos de una sociedad para alcanzar altos niveles de calidad y excelencia”. En el vídeo milagroso de control de los docentes no se observará el quehacer pedagógico del docente, sino la didáctica ficticia de la clase donde se terminará emulando a grandes actores del arte cinematográfico.
Es trascendental en la educación leer acuciosamente a Julian De Zubiría, fundador y director del Instituto Alberto Merani y consultor de Colombia de la Educación para las Naciones Unidas, quien defiende "la necesidad de evaluar a todos los maestros con verdadero criterio pedagógico", considera que para ello "tendrán que utilizarse pruebas más integrales que consulten la realidad del proceso de paz, cuyos resultados retroalimenten los procesos de formación y las políticas públicas educativas del país”. Este nuevo sistema de control no le sirve de nada a la educación y al país. Nuestra aspiración es que el Ministerio de Educación Nacional cualifique a los docentes en los procesos interpretativos, argumentativos, críticos y las instituciones se articulen con las facultades de educación presentando una reforma al currículo y coadyuven en la jornada única; pero, “no, lo mismo de lo mismo”; reforme los sistemas de formación de los docentes, así como lo hicieron los países del sudeste asiático y recientemente la mayoría de países de América Latina, quienes reestructuraron el currículo, ampliaron la jornada, decretaron diversos y completos sistemas de evaluación en la instituciones educativas, directores y docentes; por el contrario de Colombia, donde se acaba de decretar la promoción automática para los docentes. José Martí nos enseñó que: “Educar es depositar en cada hombre toda la obra humana que le ha antecedido, es hacer a cada hombre resumen del mundo viviente, hasta el día que vive; es ponerlo a nivel de su tiempo… es preparar al hombre para la vida”.
PUBLICADO EN EL DIARIO LA LIBERTAD DE BARRANQUILLA
DOMINGO 30 DE AGOSTO DE 2015
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