El acuerdo sobre justicia transicional alcanzado por el Gobierno colombiano y las FARC supone un fuerte espaldarazo a la firma de la paz, que deberá ser sólida, con mecanismos que no echen por tierra lo pactado; y que no dejará impunes los delitos más graves para garantizar su reparación.
El jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, explicó hoy a la prensa que el acuerdo anunciado ayer de manera inédita por el presidente Juan Manuel Santos y el máximo líder de las FARC, Rodrigo Londoño, alias "Timochenko" marca el "conteo regresivo" para "liquidar un conflicto de más de 50 años".
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