VOLCÁN DE AMOR
Por Hugo
Castillo Mesino
Despertó en medio de sus dioses – las
estaciones meteorológicas del amor
- no anunciaron el estado emocional –
cuando de pronto al cerrar la noche – apareció la fumarola tierna encendida –
el volcán del amor – se asomó sonriendo – demostró su brizna – con disimulo se aposto y miro - ápices de
lavas inquietante – portaba en sus adentros- su estructura sólida ante mis ojos – turbaba mi mente - empecé a sentir un olor a
ceniza - emergía el magma de su cuerpo –
melosa sustancia pegaba mis dedos – mis labios disolvían su olor – el líquido brotaba de lo íntimo – solo sé que
mis manos – jugaban con lo jugoso de sus ojos –
el magma nacía del volcán – ese volcán oxigeno la noche – se asomaba
una sonrisa - que agarraba el tiempo – la erupción de su sangre – temblaban mi
piel – las horas pintaban mariposas – e bullía el volcán y sus pupilas volaban
– el turbulento abismo crecía – la
frecuencia del corazón – se agitaba y
seducía con intensidad – mientras la lava de amor desvanecía – sentía corrientes entre mis manos – las
explosiones suaves de besos – las sentí una y mil veces más- mientras el miedo
prendió mis alarmas – se consume mi cuerpo – nace un nuevo volcán – en medio de
las tormentas - lluvias entre manos y
cuerpos – acarician lavas, cenizas y magma – lo subterráneo volcánico vibro – la llama enfriaba lo que ardía – una vez más el fuego -
nos hacían respirar profundo - se atizaba con palabras de amor – yo viví
lo cónico del volcán – aunque mis manos exploraban - camine por el cráter entre vértices – al
final las corrientes eróticas – helaban las furias volcánicas – apagando las
fibras calientes – entre risas y miradas – el lodo vertió mi sangre - comento que la palabra seduce - cristaliza y enciende la pasión –
yacía el volcán y nacía el amor.
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