¡BASTA YA!
Por Hugo Castillo Mesino
A propósito de la visita
del candidato presidencial Sergio Fajardo a Barranquilla, seguí de cerca sus intervenciones. Creo que
es válido darlas a conocer para que el lector infiera desde su perspectiva sus
tesis y planteamientos. Quien argumentó: “Hace mucho rato se ha venido construyendo una relación política con
el territorio del Caribe y nuestra gente; venir ahora a esta ciudad en el marco
de la Coalición con Claudia, Robledo, Antanas y todos los candidatos que
estamos presentando en nuestra Colombia, es muy emocionante”. Esta suele ser una de las reflexiones asertivas donde el
candidato presidencial irrumpe en los espacios planteando con humildad e
inteligencia cómo avanzar y llegar, por primera vez en la historia, un maestro
al Palacio de Nariño para encauzar y proponer aires de paz, luchar contra la
corrupción, conducir a la Nación hacia el progreso y el bienestar social con la
participación del pueblo enrumbado a votar para botar a los corruptos responsables
endémicos de todos los males de los colombianos en un “¡Basta Ya!”.
El candidato se reafirma
cuando sostiene que la Coalición que han construido es un hecho extraordinario
en la política de nuestro país; al revisar la historia no se encuentra una coalición
anterior de esta naturaleza donde confluyeran y consensuaran sectores y
organizaciones políticas de talante democrático alrededor de un Programa pensado
por el Polo Democrático Alternativo, el Partido Verde y Compromiso Ciudadano.
Demostrando que se puede ser diferente, tener diferencias ideopolíticas, lo
cual no ha sido un problema, y es relativamente sencillo superarlo cuando se
tiene un propósito común, sobre todo en una sociedad donde no ha sido fácil
convivir en medio de las diferencias, reconocerlas y, además de eso, estar por
encima de ellas; a diferencia del pasado en que nos distanciábamos radicalmente
convirtiéndonos en insumos de los sectores del establecimiento que
históricamente han sabido construir un paradigma crísico para arraigarse por
más de medio siglo en el poder. La Coalición Colombia es una construccion
colectiva, dado que la naturaleza de la política en su dinámica social es
colectiva a diferencia de otros que la ejercitan para hacer de ella el
individualismo y el caudillismo aprovechando a sus antojos a los ciudadanos
para restarles su necesario protagonismo.
A la Coalición Colombia se
ha llegado después de un esfuerzo de un año de discusiones y debates internos
entre las fuerzas que la componen, lo cual es normal, donde las discrepancias
son bienvenidas, pero superadas bajo el presupuesto de construcción de
confianza, en la que prevalece la condición de persona con todos sus matices
como una contribución a mitigar y, por qué no, a extinguir el contexto que se
nos ha venido presentando de polarización, de propagación de una política del
miedo, de la rabia, del odio, del deseo de venganza, de la agresión en muchos
sentidos, por parte de los sectores retardatarios y mafiosos de la extrema
derecha; mientras que la Coalición Colombia, al decir de su candidato Fajardo
es “una Coalición de la reconciliación, donde se apela a todos los partidos
políticos, a todas las personas de cualquier condición, a convertirse en una
coalición de la esperanza, que tiene como requisito la confianza, una coalición
que le apuesta a la inteligencia y a la capacidad de la gente para construir,
para transformarse y no para destruir ni destruirse”. Hecha esta consideración
se abriría una nueva página para que a los colombianos se les preguntara si lo
planteado por el candidato es en esencia la nueva forma de convivencia y de
civilidad política que debemos asimilar empezando por nosotros mismos para
aportar en el entendimiento y en la tolerancia antes que gobernar en la
imposición inquisitiva mutilando los derechos, los sueños y las utopías
imaginadas y pintadas por los colombianos. ¡Basta ya!
La ciudadanía ha
recibido a buen costo la actitud de la Coalición Colombia al ratificarse en
todos y cada uno de los escenarios políticos donde ha tenido presencia y donde aspira
a estar, manifestando a través de Sergio Fajardo que: “no vamos a volver a caer
en el viejo capítulo del Sí contra el No, ni a reeditar la confrontación
Santos-Uribe y volvernos a enfrentar; nosotros rompemos con esta
forma de entendernos; para decirlo en términos caribe: Ya está bueno,
suficiente, basta y eso es lo que nosotros representamos, una propuesta
política que rompe con esas estructuras, que transciende la división, para
construir, para avanzar, para transformar la sociedad y para mostrarle a
Colombia que somos capaces de gobernar”. La conciencia ciudadana es la
expresión de mayor desarrollo que debe llevar un pueblo que lucha por extinguir
de una vez por todas los vicios que inocula la corruptela cuando se trata de
crear y desarrollar nuevos espacios democráticos en el país. Por ello, Fajardo
recalca que en el Caribe, en Barranquilla y en el resto de Colombia nadie tiene
precio para seguir ofertando y demandando el voto como el instrumento social
que identifica al ciudadano.
PUBLICADO EN EL DIARIO LA LIBERTAD DE BARRANQUILLA
DOMINGO 28 DE ENERO DE 2018
0 comentarios:
Publicar un comentario