Por Hugo Castillo Mesino
Parece que metafóricamente produce desconfianza por
los sectores democráticos o progresistas postular candidatos convergentes a la
alcaldía de Barranquilla donde los resultados son gaseosos, máxime cuando la
consulta se esfumo. ¿Cuáles serían las razones para que no se de la
convergencia acorde con la lectura que pretendo hacer, cuáles son las variables
que limitan a la convergencia para definir candidatos a la alcaldía?; ¿qué es
lo que no posibilita en líneas generales para opinar que no hay convergencia? Lo
primero es que al parecer hay un proceso de individualización y
atrincheramiento donde unos candidatos pregonan estár fuertes electoralmente
que otros y los otros dicen lo contrario; expresándose una patología preñada de
insensatez e inmadurez política en la forma del cómo abordar y unificarse
electoralmente.
Lo segundo es el temor, el
miedo de aparecer como contradictores a perdida de un proceso político
absorbido por un liderazgo real pero además acompañado de casi todos los
sectores sociales en torno a la figura del actual alcalde. Me perdonan, pero
hay un miedo en potencia de derrotar a un Goliat que no es propiamente un
Goliat en el sentido figurado de lo que podía haber pies de barros, sino que
efectivamente, estamos frente un liderazgo que tiene un arraigo popular. Lo
tercero es que a esto le sumamos un temor reverencial y un temor real frente a
una posibilidad de confrontación que tenga rechazo mayoritario, porque la gente
de todas maneras quiere postularse y ganar. Lo cuarto es la ausencia de
liderazgos a su vez de una contrapartida que es otra forma de la debilidad y
del temor de no afrontar un debate integral; un debate que diseccione la
realidad y pueda encontrar en ese Goliat que no tiene pies de barros pero que
tiene muchas debilidades y encontrar los argumentos al menos los argumentos
después se buscaran los votos. En este momento no tenemos un argumento sólido y
tampoco se puede aspirar a tenerlos por haber reivindicado derechos a la
ciudadanía creyendo que se puede generalizar cuando esta es una acción
individual para cabalgar sobre ese proceso, sin demeritar su significado.
Es una equivocación garrafal
pensar que los votos obtenidos por la Colombia Humana en cabeza de Gustavo
Petro en Barranquilla y en el departamento se constituyen en el aporte
sustancial electoral para el próximo 27 de octubre; estos tienen una naturaleza
distinta. Más bien la estrategia seria llevar un candidato fuerte a la Alcaldía
que gane u obtenga una segunda votación con 3 o 4 concejales electos que sería
un pierde gane que no sería mal para la ciudadanía y para los sectores
democráticos o progresistas; si hay seriedad en estos sectores, apartemos a
muchos elementos oportunistas que han aflorado a raíz de los resultados
obtenidos en las pasadas elecciones. Esta estrategia también es aplicable para la
gobernación; lo cual significa tener programa, propuestas, un discurso frente
al abandono de nuestras municipalidades, frente al hambre, al desarrollo
integral del campo, adelantar proyectos ante un campo artesanal, desarrollar
proyectos que disparen el desarrollo incluyendo el turismo. Los liderazgos, no
se construyen por osmosis, por la amistad o por haber estado apegado a las
campañas electorales. Convénzase sobre todo que no tienen el derecho y las
charretelas para poder elegirse en la región; esto ha generado un fenómeno
complicado en el marco de las alianzas políticas. La dispersión crea problemas,
hay un acuerdo nacional entre los sectores políticos integrado por el Polo,
Alianza Verde, Colombia Humana, y en Marcha - partido Liberal; que sirve de
referente para impulsarnos y oxigenarnos.
¿Es válido preguntar que pasa
con un candidato endeble en los municipios, que no tiene electorado, que no
tiene plata y lo arroya el dinero? tenemos que mirar no solamente hacia dentro
dándonos fuete sino también fuete hacia afuera. ¿Cómo hacemos para analizar a nuestros
candidatos en el Atlántico…cuando observamos a sus competidores, que no tienen
discurso, no tienen pasado, que no están a su altura? Mientras estos se ven
disminuido porque llegaron las grandes empresas de la corrupción, los
saltadores, las casas blanca, azules y rojas; estos lideres populares se
sienten mermados ante la semejante imposición económica, y terminan observando
como eligen a analfabetos políticos clientelares; convirtiéndose en un problema
social inclusive de burla hacia el dirigente popular tocando su dignidad, donde
al final se sienten sornados, burlados, golpeados y desconocidos hasta por sus
propios electores.
El problema es político, es
social, familiar, ¿hasta cuándo ese líder popular va a seguir siendo un
idealista, un romántico, cuando está comiendo “mierda”? La gente ya no ve la
política electoral como un problema ideológico o político, si no como
solucionan sus problemas concretos y reales. ¿Están los sectores democráticos o
progresistas en condiciones de brindar ese tipo de soluciones? Aspiramos a que
esta provocación despierte el letargo de unidad; estamos justo y a tiempo para
que no se repitan episodios, dejando viejas constancias históricas. Repensemos
a Barranquilla
PUBLICADO EN EL DIARIO LA LIBERTAD DE BARRANQUILLA
DOMINGO 10 DE MARZO DE 2019
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