LA CORRUPTELA
Fernando Savater en su obra “Historia de la
filosofía. Sin temor ni temblor” define a la filosofía como “una forma de
buscar verdades y denunciar errores o falsedades que tienen más de dos mil
quinientos años de historia”. Llamamos filosofía al esfuerzo por contestar esas
preguntas y por seguir preguntando después a partir de las respuestas que has recibido o que has encontrado tu mismo.
Necesitamos hacer preguntas para saber cómo resolver nuestros problemas, o sea,
cómo actuar para conseguir lo que queremos; tarea que han realizado
históricamente los filósofos. ¿Es la antidemocracia la antesala de la
corrupción o viceversa? Veamos:
La corrupción va más allá que los delitos
contra la administración púbica, inclusive que los sobres llenos de billetes. Al
parecer, esto es apenas sintomático, dado que la corrupción es un proceso de
deterioro concentrado en las élites, las instituciones del Estado y en algunos
sectores de la sociedad. En un texto antiguo, “Acerca de la generación y la corrupción”
de Aristóteles, el filósofo explica que “la corrupción no tiene lugar cuando
algo se altera o se corroe, a secas, sino cuando algunos de sus atributos o
características se ven modificados”; cuando algo se transforma de manera tan
profunda que ya no conocemos su naturaleza. No obstante, la corrupción es un
proceso que con el tiempo termina por concluir, dado que se agota a sí mismo y
que ésta no puede ser eterna. Cabe preguntar, si los gobernantes antes de
terminar su periodo sus atributos y características se extinguen.
Al retomar algunos de los referentes de Manuel
Ruiz Morales en su artículo “La corrupción como delito en el pensamiento del
siglo XIX” este visiona la concepción de destacados filósofos y pensadores
sobre la corrupción en los gobiernos, tales como: Adams Smith quien planteaba
que las formas intervencionistas del Estado promovían la corrupción y la
conservación de la riqueza en manos de los poderosos y terratenientes. George Hegel,
a través de su dialéctica, que explicaba la historia de la filosofía, introdujo
la dialéctica de ciertas instituciones; Jeremy Bentham dividía en tres de las
formas de gobierno: los gobiernos puros o monarquías absolutas, las democracias
representativas y los regímenes mixtos. Michel Foucault, creador del modelo
Panóptico, pensaba que la prevención de la corrupción a través de la
prohibición legal de tales conductas y/o mediante el establecimiento de tipos
penales no tenía sentido alguno.
Al hacer un análisis de la exposición del
articulista Ruiz Morales se devela la intervención de la administración pública
en los asuntos de gobiernos para favorecer a terceros que son de su ámbito
político en que navega la corrupción; el enfoque dialectico de las administraciones
que producen cohechos como en tiempos de la “Yidis Política”; las formas de
gobierno establecidas donde no existe separación de poderes y cuando se da la
ruptura como en el caso de la detención domiciliaria del Senador Uribe, el
Uribismo se escandaliza y amenaza a la Corte por el fallo proferido y a quienes
lo adversan; los robos continuos y desfalcos incontables al Estado, donde los
mismos funcionarios públicos contribuyen para librar a los corruptos; el
sometimiento soterrado del presidente Duque al fiscal para acomodar las
decisiones y ocultar las responsabilidades penales a sus copartidarios
políticos; el tráfico de influencias del ejecutivo al Congreso de la Republica
y otros entes para que decidan en función de sus recomendados a la presidencia
del Senado, Procuraduría y otras instituciones de control público.
La historia presidencial de Colombia se inicia
desde 1810 con la Patria Boba. El primer mandatario que registra la historia de
Colombia es José Miguel Pey Andrade. Si hacemos saltos históricos geométricos
desde Simón Bolívar, Alfonzo López Pumarejo, Laureano Gómez, Gustavo Rojas
Pinilla, Guillermo León Valencia, Alfonzo López Michelsen, Julio Cesar Turbay
Ayala, Ernesto Samper Pizano, Álvaro Uribe Vélez, Juan Manuel Santos e Iván
Duque Márquez; no los menciono a todos ¿peligra el espacio y las ideas al escribir?
Todos de origen bipartidista; aclaremos que los actuales partidos de derechas
son producto de un mestizaje político, donde predominan los caudillos y clanes
embadurnados y sin ideario. Los periodos presidenciales tienen como constante
escándalos y robos.
Según Patrice Loraux: “Las políticas de
izquierda son políticas que no saben a dónde se dirigen”; cuando el coro
ideológico se vuelva disonante, será el momento de emprender juntos y con poder
soberano, la ruptura; será el momento para un acto de corruptura y no de
corrupción. Esta es la premisa de Pascal adaptada a la política. Cabe la
probabilidad de empoderar a la ciudadanía en la solución de este flagelo como
es la corrupción en las esferas de gobierno y concretamente en nuestro país,
para poder valorar la labor de los gobernantes y funcionarios constantemente con
base a la utilidad particular y global, pudiendo remover la ciudadanía a los
mismos de su puesto con la suficiente facilidad. Estamos en época de cambios, NO
de odios y miedos. Repensemos con hechos de corruptura.
LUNES 31 DE AGOSTO DE 2020
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