POLITIZACIÓN DE LA VACUNA
Con la llegada de la vacuna el presidente Duque formó un show mediático rompiendo con las expectativas que a nivel mundial se tenían con el robot explorador más sofisticado jamás enviado al espacio, “Perseverante”, que amartizó este jueves, tras un viaje de cerca de 480 millones de km. Sonaron las cornetas y los tambores de guerra despertando a las palomas de la “Casa de Nariño”; desde Bélgica, de aeropuerto a aeropuerto, surgió un dispositivo de comunicación inmersiva paralizando a “El Dorado”; inmediatamente, la Aeronáutica Civil informó a la torre de control ,detener el decolar y aterrizar de vuelos hasta tanto no llegaran las vacunas; las cuales fueron blindadas por destacamentos militares y de policía, cuerpos de bomberos, centenares de drones registraban fotografías del acontecimiento del siglo, envidiados por los países del primer mundo.
Al llegar las vacunas contra la Covid-19” el presidente sacó a relucir su regionalismo falso lanzando un grito de combate “huepajé”, que sirvió de caja resonancia para emprender un nuevo carnaval donde “Joselito” y sus deudos no requerían de tapabocas por las bondades de las 50 mil vacunas, que solo alcanzan para 25 mil personas dado que hay que aplicar dos dosis. El show del presidente se hizo extensivo enviando las vacunas por “Rappi” al prelado de la Iglesia Católica colombiana, formando un nuevo compuesto con la “cruz de ceniza” como producto de sus innovaciones farmacéuticas de la “economía naranja”, reviviendo con esta hazaña el Concordato, dándole prelación a los feligreses que comulgan con “mano firme, corazón grande”.
Toda esta película provista de desfile de senadores, alcaldes, gobernadores y viceministro de salud, con la visita previa de Tomás Uribe al departamento de Sucre como marketing político antes de vacunar a la enfermera en la ciudad de Sincelejo. Al parecer estamos ante una ciudadanía ciega, sorda y muda que se le olvidan las estadísticas de defunciones dimensionadas por la Covid-19 y las condiciones de precariedad como si las vacunas se convirtiesen ahora en el antídoto regulador de la crisis fallida del gobierno. Me pregunto: ¿se ha cambiado la percepción sobre la vacuna en la medida que está más cerca su aplicación por parte de los ciudadanos o si esta irá cambiando en la medida que aumentan las personas vacunadas?, confusión a la que juega el gobierno para crear una cortina de humo. Las derechas históricamente han sido acientíficas y la vacuna que asimilan es su medio de politización, rompiendo con los postulados de la ciencia, cuyo objeto de estudio es la sociedad.
Las elecciones del 2022 con miras a la presidencial marcan coordenadas ideológicas y visiones de la ciudadanía sobre los candidatos en las consultas interpartidistas ante la llegada de la vacuna como nuevo lenguaje categorizado. Es importante que las vacunas politizadas por parte del gobierno den margen a crear en la ciudadanía una nueva vacuna como poder simbólico y es elevar su nivel de conciencia y la toma de decisiones, donde el constituyente primario haga una lectura de quiénes son los candidatos y personalidades del gobierno a vacunar: A Gustavo Petro, un duro hueso de roer, hay que vacunarlo para generar confianza en el empresariado y en la institucionalidad, lo que contribuirá a aflorar más su humildad; Sergio Fajardo, para que se constituya en un factor de unidad sin negar la ley de la unidad y lucha de contrarios; Claudia López, mesura y cordura de gobierno para todos; Camilo Romero, que se gane la nominación para la consulta por la construcción de una alianza interpartidista sin veto a los alternativos; Iván Duque, indefinición contra la invisibilidad, que asuma el liderazgo de su padre en la lucha contra la intromisión del narcotráfico en las esferas del Estado; Tomás Uribe, que no se deje influenciar de la ultraderecha y no seguir el mal ejemplo del presidente Iván Duque; Marta Lucia Ramírez, que diga la verdad cuando asuma cargos públicos e independiente de su relación familiar; Paloma Valencia, debe ser coherente con su nombre y no con su apellido presidencial de tambores de guerra; Alexander López, trabajar aquí y ahora su postulación interna en la proyección y sensibilidad política nacional; Jorge Enrique Robledo, concitar a la unidad y no posibilitar que se acreciente más la división que fortalece al gobierno.
Ahora, algodón y alcohol: Humberto de la Calle, vacunarlo para que tenga tacto, olfato y buen paladar político para formar una gran alianza y revivir con fortaleza los “Acuerdos de Paz”; Alejandro Gaviria, despojarse del neoliberalismo en materia de salud con ruptura total con La Ley 100 y no compartir con la intermediación financiera; Juan Manuel Galán, vacunarlo contra la prevención hacia las izquierdas; Roy Barreras, que no abandone el pacto histórico como garantía de cambio social; Alex Char, aplicarle una buena dosis contra el endeudamiento excesivo de los entes territoriales comprometiendo las vigencias futuras que han llevado a la quiebra a Barranquilla. Repensar la nueva vacunación de gobernantes y candidatos a la presidencia.
LUNES 22 DE FEBRERO DE 2021
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