¿PROTOCOLOS DE VIDA O MUERTE?
La Escuela es un ser social inscrita en un contexto que le permite pensar en otra realidad cambiante; por ello, el fenómeno de la presencialidad a clases a partir del día 19 de julio tiene que analizarse bajo el enfoque de variables que tributen con responsabilidades específicas a quienes convocan a clases con argucias disfrazadas de posverdades a los padres de familia y a la opinión pública, manifestando que la educación virtual en los jóvenes durante la pandemia ha contribuido a la ruptura de la unidad familiar, propiciando violencia y atentado contra las manifestaciones socioafectivas entre padres e hijos e incluso provocando el aislamiento social conocido como agorafobia. Estas opiniones trasnochadas no son producto de un estudio comparativo entre la educación virtual y la presencial, ¿cuáles son los afanes por la presencialidad cuando se ha cursado un año escolar en forma virtual y estamos ad portas de terminar el año académico?
La Secretaría de Educación Distrital en su estrategia de publicidad engañosa manifestó que, de las 154 IED, 28 estaban en condiciones para recibir clases el próximo 19 de julio, después que eran 107 las que están preparadas con todas las medidas de bioseguridad. Sin embargo, la Secretaría no entrega el listado de las Instituciones Educativas, muchos rectores no lo conocen y se ratifica la estrategia publicitaria engañosa, para generar una especie de favorabilidad entre los padres de familia, sustentada por protocolos de papel, muy lejos de la realidad, que conducen a la comunidad educativa a asimilar. ¿Protocolos de vida o muerte?
La verdad es que los padres de familia no han comido del cuento hasta el punto de que la gran mayoría de ellos han rechazado la presencialidad en niveles de un 70 por ciento y más. ¿Cuántos docentes fallecieron antes de la virtualidad y otros en hipótesis en la presencialidad por contagio triangular: Estudiantes, profesores y padres de familia, ¿Las autoridades educativas al convocar a las clases presenciales, han pensado en las implicaciones jurídicas y consecuencias funestas de lamentar?, ¿se les olvida que en otros países los estudiantes han regresado a la educación virtual y Barranquilla según estadísticas poblacional registra el mayor rango en contagios y muertes?
La escuela hay que pensarla más allá de los protocolos de bioseguridad; no basta que el Ministerio de Educación señale con estadísticas a las Secretarías de Educación de los entes territoriales y el visto bueno de rectores, quienes manifiestan estar en condiciones aptas de bioseguridad que garantizan el desarrollo académico y la permanencia de los jóvenes, cabe preguntar: ¿Cómo estaban los colegios ante de la virtualidad y cuál es su estado actual?, ¿Cuáles son las inversiones y reparaciones?, ¿Están aptas o deteriorados las Instituciones educativas ? Todo ello se traduce en protocolos de papel, bajo la complicidad de algunos funcionarios, ¿Cómo se explica que los padres de familia de la Humboldt (IED oficial de mejor calidad de la ciudad y una de las mejores del país en pruebas ICFES) en un plantón rechazan la presencialidad?, igualmente se pronunciaron los padres de familia del Elena de Chauvin del barrio Las Nieves.
Esa actitud de los padres de familia debería tomarse como un mensaje para las autoridades para que rectifiquen esa errática decisión de regresar a las aulas poniendo en potencial peligro la vida de estudiantes, padres de familia y personal docente y directivo. Por sentido común, si los padres de familia rechazan en su gran mayoría esta medida, las autoridades deben reconocer su error, esta decisión coercitiva no tuvo el apoyo que esperaban de los padres; por el contrario, éstos en su gran mayoría han dicho “NO enviaremos a nuestros hijos a los colegios”.
Nos asombra y es alarmante que en el Magisterio en la pandemia hayan renunciado miles de maestros en todo el país. ¿Cuántos docentes han fallecido en el país?, son cifras escandalosas que seguramente aumentará con esta convocatoria obligatoria de regresar a las aulas, en el sentido de que muchos docentes para no poner en peligro su integridad se verían en la disyuntiva de retirarse de sus puestos de trabajo. No sería descabellado sospechar que podría ser parte de una estrategia del uribismo, para debilitar a Fecode y llevarlos a su mínima expresión.
El profesor Henry Gómez Zárate en su disertación sobre la “Identificación de algunos problemas formales y prácticos del retorno a la presencialidad”, señala que en la realidad de las escuelas la presencialidad plena no es posible como regla porque no lo permite el tamaño de los cursos, su posible aforo y por negativa de los padres. Concluye: “Así las cosas, el ilusorio llamado a la presencialidad plena nos conducirá a una nueva ‘anormalidad’ configurada por dos poblaciones desde el punto de vista real (presencial y virtual), las cuales plantean problemas en cuanto a su posible atención educativa”. Hay que repensar geométricamente el retorno a clases presenciales, dado que es una situación de vida o muerte.
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