DESALAMBRAR CAMINOS DE GOBIERNO
Es cierto que la realidad es cambiante, esta se manifiesta al observar y vivir las diferentes situaciones que se dan a lo largo y ancho del país, sobre todo en materia de gestión gubernamental del presidente Gustavo Petro. Al parecer, es un contrasentido que en las regiones donde históricamente se han presentado conflictos y problemas acaecidos por la ola invernal, las soluciones que se proponen estén sujetas a la visión de los ministros pertinentes justificando que las mismas serán incorporadas al Plan de Desarrollo Nacional, aún en proceso de construcción; lo cual no se niega atendiendo a su metodología, pero las comunidades afectadas requieren de atención inmediata para no caer en las dilaciones sempiternas de los gobiernos anteriores que contribuyeron a su agudización y deterioro. No obstante, no es posible seguir actuando con una mirada retroactiva justificatoria de la no atención oportuna con el argumento culpabilizador a la gestión precedente; cuando la función siempre de un gobierno es darles solución a los problemas heredados, por lo cual fue elegido.
Hay que aprender y empezar a llamar las cosas por su nombre, como imperativo categórico que permite desalambrar caminos de progreso y bienestar. Por ello es importante resaltar la convocatoria a los Diálogos Regionales Vinculantes en la consecución de insumos para la construcción y presentación del Plan Nacional de Desarrollo, como un ejercicio de participación comunitaria en la definición de un diagnóstico “más objetivo” de las necesidades y demandas en cada región. Pero es fundamental hacer más explícita y pedagógica la metodología que visione y proponga los términos de la participación ciudadana y evitar que esta se traduzca en una compilación cosificada e individualizada de exigencias y peticiones sin trascendencia colectiva, convirtiendo el Plan de Desarrollo en una subasta de oferta y demanda desbordada con espíritu complaciente de sesgo populista que desvían y limitan las asignaciones presupuestales, generando expectativas ciudadanas labrando en el desierto, que al final solo sirven para el riesgoso discurso desacertado provocador de frustraciones fácilmente aprovechadas y movilizadas por la oposición política.
Otro camino a desalambrar es el de la comunicación reactiva que viene desarrollando el gobierno a diferencia de los enfoques comunicantes de la campaña electoral que permitieron tomar la iniciativa en la difusión de los mensajes y contenidos hacia la ciudadanía a través de medios alternativos. ¿Cómo se explica que ahora siendo gobierno se asuma una posición defensiva en la comunicación ante la oposición? Cuando se trata de ejercitar una comunicación de primera línea de carácter gubernamental asumiendo el control y manejo del Sistema de Medios Públicos, como es el caso específico de Radio Televisión de Colombia (RTVC), en coordinación con los medios alternativos nacionales y regionales, los cuales deben ser subvencionados en aras de garantizar la pluralidad y la democracia informativa; además, la necesidad inaplazable de presentar las iniciativas políticas de gobierno a la ciudadanía donde la información que circule sea primaria dando al traste con la desinformación, desvirtualización y las falsas noticias (fake news) que difunden los medios de comunicación privados de la mediocracia al servicio de los intereses de la oposición política.
La ciudadanía a nivel regional y, concretamente, en el Caribe Colombiano viene padeciendo de interlocutores válidos ante el Gobierno Nacional que faciliten girar en mayor grado la mirada gubernamental en atención a sus problemáticas particulares, que al parecer han tenido oídos sordos y se han deslegitimado después de la campaña presidencial. ¿Quiénes son, dónde están y qué hacen ante el clamor ciudadano y la desconfianza que produce la orfandad política? De lo que se trata es de retomar el aperturismo democrático, o sea, abrir espacios similares o superiores como en los tiempos de la campaña electoral presidencial donde el trabajo colaborativo y participativo reconocía la identidad política de los ciudadanos, activistas y líderes que asumieron las tareas sin distingo ni exclusión alguna; mas no caer en la práctica oportunista cacareada del desplazamiento de esos músculos renovadores para seguir empoderando a los mismos con las mismas. ¡Qué bueno sería articular entre todos el reconocimiento de todos y posibilitar el fluir de la savia renovadora en la dirección de los procesos como garantía de seguir siendo gobierno! “El vino nuevo en toneles nuevos”.
El análisis de gobierno concita a lanzar miradas sobre la próxima coyuntura electoral en lo regional, donde el referente de la victoria presidencial y su gobernanza no es suficiente ni determinante per se para que las fuerzas denominadas alternativas de base popular desconozcan a las fuerzas de oposición y su posicionamiento local, creyendo en su imaginario que todo está consumado, desconociendo la dinámica política de la correlación de fuerzas que implica un reposicionamiento de cada una para esa jornada electoral, donde el poder económico y político tradicional apostará a seguir siendo gobierno local en la perspectiva de retomar la gobernanza nacional. Aprendamos a repensar que lo particular dinamiza lo universal.
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