!LA CORRUPCIÓN NO RESPETA PINTA!
La corrupción es un problema global que afecta a muchos países en toda su dimensión, al igual que a las corporaciones, empresas, partidos políticos, sindicatos, acciones comunales, asociaciones, sociedades y pare de contar, ¡La corrupción no respeta pinta! convirtiéndose en un obstáculo para el crecimiento económico, el desarrollo, la justicia social y por ende la consolidación de las entidades; primero combatir la corrupción no es fácil, especialmente si se está dentro de ella, por favor no se deje contaminar que es peor que un cáncer. Hay acciones que se pueden tomar e identificando la existencia de agentes corruptos que la promueven de manera endógena y exógena; ¿Se puede convivir con la corrupción sin ser corrupto? sin temor, ni temblor, SI, la responsabilidad es personal cabe tomar las medidas contra esos agentes patógenos, a través de la denuncia pública ante las instituciones que tienen competencia dando a conocer pruebas y evidencias para combatirla. Se debe tener un compromiso firme para hacer lo correcto, combatir la corrupción; es ético y es una labor del periodismo crítico - alternativo.
En segundo lugar, el deber ser consciente de las políticas y procedimientos a desarrollar en las organizaciones plagadas de corrupción que suscriben contratos con entidades sin el lleno de los requisitos. Las obras de todo tipo se adjudican con trapisondas y su ejecución es inversamente proporcional a los gastos, es insólito que en esas entidades y organizaciones las coimas se las entregan a quienes supervisan, firman los pagos y finanzas, su reparto es sistemático; por tanto, no es una inversión en las obras ejecutadas, perdón es una fachada, un elefante blanco, una estafa. Hay que ceñirse por la Constitución Política, normas, estatutos y procedimientos que demuestren como se infligen las leyes y regulaciones aplicables; máxime que quienes están regentando cargos en las instituciones de diversa naturaleza, por su perversidad no proveen las consecuencias éticas, económicas y penales, como producto de su conducta atípica y de su autocracia, pasando por la faja a beneficiarios, asociados y a la ciudadanía.
En tercer lugar, combatir la corrupción es cuestión de principios actuando con integridad en todo momento y ser un ejemplo para otros; blindando tu posición, no admitiendo chantaje y soborno como suele darse en la aprobación de las reformas del gobierno del presidente Gustavo Petro y en las aspiraciones electorales de todo tipo, donde las apuestas en común se sustentan con la máxima maquiavélica “El fin justifica los medios” o “Él que no está conmigo es mi enemigo” hay que apartarlo o neutralizarlo para “Llegar a puerto seguro” no importa que lo sindiquen, lo importante para los corruptos es alcanzar el tesoro a costa o en detrimento de las instituciones; ningún acto de corrupción se justifica.
Cuando observamos los partidos políticos denominado tradicionales, su afán es objetar cualquier iniciativa del gobierno, como viene expresándose; donde los mismos de los mismos por décadas tienen secuestrado los cambios que le urgen al país; la Oposición esgrime “argumentos distractores” que van y vienen para hacer creer a la ciudadanía que son la defensa soberana de sus derechos. Se les olvida que son coautores de la gran crisis o hecatombe en que han sumergido la salud, la educación, las empresas energéticas, los consorcios viales y las instituciones descentralizadas, robándolas y saqueándolas. “La Mediocracia” ahí, calladita por las cuotas y ahora aparece como su defensora; no es que la oposición sea resistente al cambio, es que el cambio le quita el confort, las prebendas históricas, la sostenibilidad económica para las campañas electorales y la acumulación de riqueza. “El verdadero luchador social o dirigente político, debe reclamar los intereses de un colectivo, no utilizar al colectivo como escalera para fines particulares”. Che.
Las personas tramposas se caracterizan por sus acciones y comportamientos; lo que permite optar por prácticas de corrupción y permear a quienes no participan, estas personas corruptas están dispuestas a engañar o manipular a otros para obtener una ventaja personal o un beneficio a corto plazo, sin importar las consecuencias para los demás, vulgarmente no tienen asco para cambiar de relaciones personales y tomar posiciones desdibujadas dado que apuestan al “Toma Todo”, toma uno, toma dos y todos toman. Las características comunes de las personas tramposas o corruptas a menudo mienten para encubrir, engañar con diatribas y evasiones; justificando acciones con manipulaciones a seguidores o adeptos para obtener lo que quieren mediante la persuasión engañosa, creyéndose que no los han descubierto.
Es importante educar y concienciar a la ciudadanía sobre la importancia de combatir la corrupción. Se debe trabajar creando cultura de transparencia y responsabilidad en las organizaciones, asociaciones, sociedades, partidos, sindicatos, empresas estatales, privadas y en la ciudadanía. Es un imperativo tener compromiso personal, el cambio no solo es estructural, es ético “Aquí y Ahora”, ser consciente de las políticas y procedimientos de las organizaciones. Juntos, podemos trabajar para combatir la corrupción y crear un mundo más justo y próspero…
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