Han transcurrido más de tres décadas en que se aprobó la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, recuerdo las treinta mil cartillas pedagógicas en la Región Caribe y el compromiso didáctico que asumimos en la distribución de la misma. Eran otros tiempos, inicialmente el movimiento estudiantil con su séptima papeleta planteó realizar una nueva constitución y fue apoyado por los medios de comunicación, “El Tiempo y El Espectador”, simpatizantes políticos del galanismo, comunidades religiosas y la Alianza Democrática M-19 con la pluralidad de partidos participantes en la ANC.
Daniel Goleman en su libro “ Inteligencia Emocional” habla sobre la capacidad de motivarnos y manejar adecuadamente las relaciones; exhorto a la ciudadanía hacer la reflexión sobre La ANC, es trascendental, con el fin de detenernos a analizar las circunstancias en que se dio “La Constituyente del 91”; el Referendo contra la Corrupción que no atrajo al número de votantes necesarios, cuyo objetivo central era endurecer las leyes anticorrupción, pero que no alcanzó el número de votantes necesarios para que fuera válido y los Acuerdos de Paz con las FARC, cuando el Plebiscito, donde ganó el "No"; los colombianos rechazaron el Acuerdo alcanzado por el gobierno con la guerrilla de la (FARC) y la guerra Juridicac o lawfare en que esta inmerso el gobierno.
Ahora el presidente Gustavo Petro propone una ANC como una manera de reformar las instituciones ante la imposibilidad de llevar a cabo las reformas sociales en su administración como plan de gobierno, cuestionó la forma en la que se han opuesto a sus reformas. "Diálogos sí, concertación sí, pero con el pueblo en las calles".
No se trata de pronunciar un discurso y cuestionarlo, dado que no está a la discusión y este enmarca un sistema de verdades que hay que decir y caracterizar a la oposición y a los clanes políticos enemigos del Gobierno del Cambio; en lo fundamental se trata de no ser alegrón, sectario y abrazar propuestas porque vienen del presidente, sin analizarlas, de ser así negamos la independencia cognoscitiva haciendo presupuestos falsos a la ligera, como si la convocatoria a una ANC no contempla la correlación de las fuerzas políticas y los que ostentan el poder económico y por ende mediático del país.
Detengamos en esta reflexión “Si le dices a la gente a donde ir, pero no le dices como llegar allí. Te asombrarás con los resultados”. George S. Patton. El análisis concreto de la situación concreta sobre el llamado que hace el presidente Gustavo Petro a una ANC, aunque no precisamos si esta es soberana o especifica, es de sumo cuidado según su naturaleza y resultados; puede ocurrir una hecatombe constitucional, sepultando a sectores democráticos y reivindicaciones históricas.
Son muchas las variables que se desprenden de la situación en comento: no hay una asimilación y un objetivo diagnóstico de la correlación de fuerzas políticas al momento actual; se pretende minimizar los avances logrados en la ofensiva política de la derecha narco fascista que en la actualidad mantienen bloqueada la gestión gubernamental en su relación con los diferentes órganos de poder del Estado. Lo que se traduce en la desaprobación continuada de las reformas presentadas, con el consiguiente desgaste político y social frente a un pueblo que no ve en la práctica soluciones efectivas a sus problemáticas y satisfacción de sus necesidades más importantes, cómo las altas tarifas inmamables de energía eléctrica en la Región Caribe
La mitificación del triunfo electoral del presidente Petro, como si correspondiera a algo distinto, cuando fue un triunfo circunstancial recogido del inconformismo ciudadano ante la crisis generada por el desastre gubernamental de la gestión uribista de Duque y el estallido social espontáneo ante esta crisis, y no como resultado de un trabajo político continuo, organizado y movilizado a nivel popular.
En este contexto la propuesta de convocar una ANC, aparece más como una respuesta desesperada, despensada, emotiva, demagógica y populista ante la falta de competencia o coraje y voluntad política del gobernante para enfrentar con decisión en prospectiva este desafío que plantea la derecha. La propuesta ilusoria y emotiva de ANC desconoce tiempos, procesos para el impulso y aprobación, erigiéndose como un gran desgaste y distracción de abordar lo fundamental que se requiere y para lo cual el presidente Petro recibió el voto de confianza de una mayoría apenas relativa de ciudadanos.
La solución que tiene el presidente es ejecutar su Plan De Desarrollo que está aprobado por Ley con el Presupuesto, y expedir Decretos que correspondan en este marco y sean de rentabilidad social a todo el país. Hay que crear las condiciones factibles que permita impulsar una candidatura a 2026 que represente la posibilidad de continuidad del Proyecto Político y Social para las próximas elecciones...¿La Constituyente es un embeleco?
No es un un embeleco, pero "sí hay que decir como llegar allí" y además prepararnos para tener otra alternativa que nos conduzcan a realizar las tranformaciones o reformas profundas constitucionales.Jorge Camilo Moreno.
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