Lo que se evidenció del Proyecto de Ley Estatutaria de la Educación, es que los representantes del Pacto Histórico en la Comisión Primera, María José Pizarro quien se pronunció sobre el acuerdo en lo “fundamental”, con la anuencia de Clara López y Ariel Ávila del Partido Verde. En el macabro acuerdo se observa hasta la saciedad que no hay articulación entre los representantes del Pacto Histórico, no solamente en el Congreso, sino también en los organismos de educación y con la Federación Colombiana de Educadores (FECODE); lo que, si hay, son personas que llegaron al Congreso por iconos ideológicos y recomendaciones, demostrando al final, que deben cursar lecciones de “estrategias ante la oposición” en asuntos del legislativo.
Es aquí y ahora cuando los representantes del Pacto Histórico en la Comisión Primera y por fuera de ella, como un deber ser, tienen que reivindicar al Magisterio, por una nueva educación y resarcir desde hace décadas lo que otros gobiernos han desconocido. Ante los atropellos de la Comisión Primera, integrada por nuestra gente ingenua; se palpa un descontento sombrío y generalizado, concretamente en los maestros que históricamente han apoyado a los candidatos progresistas o alternativos y al actual presidente. ¡Reivindicaciones del gobierno de Petro y los maestros, en veremos ¡
La situación del proyecto de Ley Estatutaria de la Educación, en relación a lo acontecido, es innegable, y tiene varios aspectos: Primero ante la posición adoptada por los representantes del gobierno del cambio, después qué FECODE decretara la movilización para protestar y rechazar el nefasto proyecto de reforma que se había acordado, sale la misma delegación gubernamental en el legislativo a retractarse del paso que se había dado; por lo tanto, es cierto que la delegación del gobierno pactó con la derecha las modificaciones que se introdujeron al proyecto original de la reforma educativa y que genera la reacción de la Federación de educadores y el resto de las comunidades educativas.
Segundo, es inadmisible una enmienda aprobada totalmente lesiva y que sirva a los intereses del magisterio y a la población en general. Es innegable y no puede ahora, tratar de desconocerse que fue un paso errado o calculado del gobierno, frente a eso en aras de sus intereses, en el cual, por pretender impulsar una política de acuerdo nacional a como dé lugar, para sacar adelante una reforma en el mismo sentido, independiente, si su contenido realmente responde a las reivindicaciones, necesidades e intereses de la mayoría de la población, entra a sacrificar algunos derechos.
Tercero, la ministra de educación Aurora Vergara, y que hasta en ese momento después de lo acontecido no se ha pronunciado, hace dos días a capa y espada defendía que había que aplicarse la enmienda, y ratificaba que era lo más avanzado que se había logrado y sumado a ello, el ministro del interior, Luis Fernando Velasco, señalando que incluso, representaba un retroceso no cumplir lo pactado con la derecha.
Ante la situación en comento, se plantea la responsabilidad política del presidente Petro, como lo expresó Carlos Vicente de Roux en una entrevista con el Tiempo, “pues no es ajeno a toda esta situación por el manejo autocrático y de concentración que tiene de su poder particular a nivel presidencial, pero que acostumbra a mirar para otro lado, como lo está haciendo en este caso, aprovechando, hasta su viaje en el exterior”. Entonces no se sabe, cuál es la posición real del magisterio, perdón, del presidente. Senadora María José, su declaración sobre “lo fundamental del acuerdo” es ingenua, siguen prisioneros de la oposición.
Esta es otra oportunidad para FECODE, muchas veces ha padecido de ceguera mental, realmente debe optar por una actitud más significativa en este proceso, no solamente a nivel de la discusión del proyecto de Ley estatutaria de la educación, sino dentro del panorama general del proceso político que vive el país, donde a veces adopta una actitud parcializada, cegada, de culto al gobierno, muy proselitista y solamente cuando ve afectado sus intereses particulares, es que genera una reacción, provocando confusión entre el gremio y la ciudadanía en general.
En síntesis, si no hay una postura realmente autocrítica de lo actuado por los delegados del gobierno ante el legislativo, por la representación misma directa del gobierno en la situación presentada. Si no hay una postura realmente autocrítica, eso no genera ninguna confianza hacia el futuro y justifica plenamente, válida el paro del Magisterio y que continúe hasta esperar el resultado de este lunes en la plenaria del Congreso. ¿Cómo queda en definitiva el proyecto de Ley estatutaria de la educación, si pasa la ponencia del gobierno, si pasa la ponencia de la derecha o si definitivamente se hunde? Nada está totalmente garantizado, porque todo depende de un problema de correlación de fuerzas políticas, que en el papel no favorece para nada, al gobierno.
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