¡MIEDO AL MIEDO!
Al despertar el día sábado, me dediqué a leer «Novela de ajedrez» de Stefan Zweig y «Leer es resistir» de Mario Mendoza, por espacio de largas horas y al observar el ordenador encontré la fatal noticia sobre el atentado al senador y precandidato a la presidencia, Miguel Uribe Turbay, mientras el país en vilo, sin distingo, hacia votos por su vida. En tanto otros prendían la hoguera; el expresidente, Andrés Pastrana, declaró “Esto es una responsabilidad del presidente Petro, quien viene incitando a la violencia, generando polarización…” cabe recordar que Pastrana, para ser presidente se auto secuestró.
El exvicepresidente, Francisco Santos, manifestó “El atentado contra Miguel Uribe, tiene nombre propio: @Petro Gustavo”. A “pacho” Santos, se le sindica como refundador del Estado “realito”; la respuesta no se hizo esperar, el presidente en su alocución, manifestó “Los intentos de utilización política”, a los que calificó de “asquerosos”. Dijo que “no es el fin político lo primero, hoy es la vida”.
Las estadísticas de gobierno muestran el beneficio recibido de millones de colombianos, adultos mayores, más de un millón de empleos, matrícula cero, reducción de la inflación, crecimiento del turismo, operatividad de corredores férreos, transición energética, crecimiento del acceso a internet, disminución de homicidios, incautaciones de cocaína, reivindicaciones a la fuerza pública, reducción de la deforestación, anfitrión de la COP16, 184 mil hectáreas de tierras a campesinos y títulos, reducción de la mortalidad materna y desnutrición de menores ; a pesar que el Congreso no ha aprobó las reformas, las engavetó
Al presidente, no le ha sido fácil desarrollar muchas iniciativas de gobierno por el bloqueo parlamentario, las cortes y las denominadas «IAS» para convertir a Colombia «Potencia Mundial de la Vida» No obstante su lucha contra la pobreza ha sido tenaz, lo obtenido es una piedra en el zapato, para la oposición.
Los colombianos hemos vivido y leído páginas de la historia ensangrentada, desde Rafael Uribe, miembro del partido liberal, asesinado en las escalinatas del Capitolio Nacional, Jorge Eliecer Gaitán, liberal de izquierda, Jaime Pardo Leal, de izquierda, Luis Carlos Galán Sarmiento, liberal, Bernardo Jaramillo Ossa, de izquierda, Carlos Pizarro Leongomez, de izquierda, Álvaro Gómez Hurtado, conservador, asesinado después de haber participado en la Asamblea Nacional Constituyente. No tiene comienzo ni fin, que tilden al gobierno del presidente Gustavo Petro, de irresponsable ante el atentado del precandidato Miguel Uribe Turbay; cuando la cuota de sacrificio la han puesto los movimientos sociales, partidos progresistas y el pueblo a quien le han sepultado la esperanza de Cambio, por el contrario, el Congreso y las «IAS» entorpecen y archivan en su mayoría las iniciativas de gobierno.
Ante la provocada desestabilización se requiere cerrar filas y proteger al gobierno. Es un compromiso político y ético de la bancada progresista, funcionarios de gobierno, lideres, militantes, simpatizantes, ciudadanía e impulsar acciones reivindicativas en las regiones. La ultraderecha se caracteriza por la utilización de métodos fascistas, exterminando a sus iguales, bajo el dicterio «El fin justifica los medios, irracionales» para ellos la muerte, es lo de menos, la vida importa poco, el poder lo es todo; hacen lo imposible a través de fuerzas «claros oscuros» para recuperar el gobierno. El “miedo al miedo” o “agorafobia” en relación al atentado, de Miguel Uribe, es un insumo de la ultraderecha para que los colombianos no se movilicen y sigan defendiendo la Consulta Popular, la Reforma a la Salud, a la Educación.
La ultraderecha golpista a través de sus agentes busca por todos los medios generar miedo y no debemos tener ¡Miedo al Miedo! sus candidatos no despegan, si mañana fueran las elecciones sus resultados serian nefastos. Ahora salen a la palestra candidatos «refritos, arropados, oportunistas» degradando al gobierno, su patología es «petrofobia» andan esperando la subasta “a rio revuelto, ganancia de pescadores”.
Seguí leyendo «Leer es resistir» donde la imaginación siempre ha sido un problema político, lo importante es la terquedad, la persistencia es un silencio, hacer amistad con el fracaso, no cerremos los ojos o un revolver apuntará la cabeza. En la «Novela de ajedrez» el placer y el juego impregnaba mis horas de vigilia, también mi sueño.
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