LA MUERTE COMO INSTRUMENTO ELECTORAL
Desde mil novecientos ochenta y seis vengo labrando mi porvenir económico, he disfrutado menús burocráticos como también he andado y vivido en terrenos intramurales, Pero ahora la situación es diferente, son caminos que pueden conducirme al nirvana «Palacio de Nariño» gracias al filántropo, perdón misántropo del «Mano firme, corazón grande», Soy abogado canónico, me acordé que litigué en mi defensa desde el desfalco y en contra de los colombianos, Además soy economista y construí mi empresa política, aproveché la «ley de la oferta y la demanda estatal» hay muchas formas de hacerse millonario, Ocupé el cargo de ministro gremial, Y estar cerca de los cacaoteros en el negocio de gastos, compra y venta, por mis habilidades de «taurs ejecutivo» De paso probé que tan atractivo son los entes territoriales, En la nevera política estuve de concejal, siempre pensando en la aprobación del, Presupuesto distrital, donde se requiere habilidad como en el ajedrez político asignándole código de barra a mis actuaciones, En el recinto distrital defendí el derecho a las unidades de apoyo.
Haciendo de mi vida un laberinto, entré ser y no ser, La gente cree que soy una inocente paloma, después de lo del Banco del Estado, permanecí congelado y luche para reactivarme políticamente, Se cuando se es, Corrupto, ser artífice, soy un angelito, Me especialice en «desfalco» Es el único título que no acreditan, Los Medios alegres de la desinformación, parlantes de cualquier candidato presidencial opositor, lo inflan con atributos y charretelas con titulares, Ex Concejal, senador, ministro gremial temible, dirigente partidista, de amplia trayectoria pública, director del centro democrático capítulo Bogotá, Pero los medios apátridas no resaltan el haber atravesado por episodios de controversia y delitos contra la administración pública, No sean cínicos, descarados, indolentes.
Vociferan los secuaces políticos, que ser candidato presidencial no importa que robe, su pasado judicial no interesa, lo valioso es que haga y que no salga luego de gobernar, como un pobre diablo, No interesa si «desfalcó» justificando el dicterio «el fin justifica los medios», no trasciende si estos son nobles como lo defiende el escritor y pintor, Ernesto Sábato , A la «Ceguera Nacional» se les olvida que me gradué en las instalaciones del «Banco del Estado» mi tesis fue laureada, siete veces cien millones y pare de contar, que en términos de las «categorías de la corrupción» le llaman «desfalco» dónde se hurta, perdón se roba, porque al decir del Estado, es huérfano, los malos gobernantes son comientes y los dolientes son del pueblo, El candidato y los cuatro senadores del Centro Democrático, patos al agua, algunos alegres por lo del finado, Saben que vivimos en el país del sagrado corazón con su eslogan al estiló francés «laissez faire» dejen hacer, dejen pasar, Recuerdo que le tocó conversar al candidato, durante tres años con sus compañeros en la mazmorras por desfalcar a su país a quien aspira gobernar y acabar con la corrupción.
Como dice la canción del «Grupo Niche», «A lo lejos se ve mi pueblo natal…» Mientras el candidato a lo lejos observaba el «Panóptico de Foucault» por el desfalco, El expresidiario después de dos décadas, vuelve al ruedo y concluye que la muerte es un fatalismo, Pero que puede utilizarla como «Instrumento político electoral» y convertirse en el regentor, señor del presupuesto nacional, reingenierizando el currículo de la Facultad de Economía donde estudió y promover el posgrado en «Desfalco Estatal» dada la fortaleza política del condenado por fraude procesal, quien al proponerle ser precandidato presidencial según cálculos, más tarde en el dos mil veintiséis, en su nuevo rol de “presidente para el desfalco”, Sera reciproco con el condenado, si es elegido.
El especialista en «desfalcos» le garantizará la absolución con valor agregado al condenado, eximiéndolo de reseña judicial, La cosa le sonó, interpretó la ciencia mortuoria y de un «Fast Track» en familia acordaron como retomar ser gobierno, dado que intentó ser senador y fue fallido, de esa forma seguir desfalcando o resucitar los cupos indicativos, al asimilar «La muerte como instrumento electoral» por Dios hasta dónde la esquizofrenia por el poder y el gobierno.
Comunicador Social y Periodista (*)
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