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POSIBLES Y COMPOSIBLES

POSIBLES Y COMPOSIBLES

          

Por Hugo Castillo Mesino

Descartes explica que “el hombre es libre solamente cuando no es ni demasiado joven, ni demasiado viejo, ni enfermo, ni loco, ni dormido… ni mujer”; lo que está en juego son sus actos, no sus movimientos que tratan de decir que no tiene nada que ver con lo que pasa. En el ambiente nacional se desata una ola de indignación al observar la dilación manifiesta en la concreción y ratificación de los Acuerdos entre el Gobierno Nacional y la FARC por parte del Uribismo y sus acólitos que pretenden postergar su aprobación definitiva; tal propósito no es más que sus pretensiones presidenciales y esto se evidencia en cada numeral de los Acuerdos que según  ellos debe ser modificado o anulado los cuales le sirven como insumos para agitar sus propuestas y manipular a la opinión pública ganando espacios ante los enfermizos parlantes mediáticos con sus corresponsales envenenados y estimulados  en su amoralidad profesional.

Preocupado por una Nación, que a veces al parecer no tiene dolientes más bien comientes de nuestro patrimonio y soberanía, siendo coherente con Miguel Benasayag en su obra “El cerebro aumentado, el hombre disminuido”, cuando plantea que los “posibles” pueden pensarse como todo aquello que funciona en teoría; esto significa que, en principio aparece como posible. Por ejemplo, es posible que lancemos un par de dados diez veces y que las diez veces obtengamos dos seis. Esto en teoría es posible, pero no es posible que el Uribismo en su cerebro aumentado, por enésima vez se reúna con el gobierno para mostrarse ante el país que concibe los Acuerdos de Paz concertados con los otros sectores políticos, movimientos sociales y religiosos. Es válido recordar al filósofo Heráclito de Éfeso quien sostenía que el conflicto está en la base de todas las cosas, lo que hace que algo sea o no sea “composible”, que pueda o no pueda existir. Esta aseveración está en sintonía con la fábula del escorpión que no sabe nadar por lo que se dirige a una rana y le dice “por favor, podrías ayudarme a cruzar el rió dejándome subir a tu lomo”; a mitad de camino el escorpión pica a la rana y la rana le dice “qué hiciste”, a lo cual el escorpión contesta “nada puedo hacer, esta es mi naturaleza”. Lo que me lleva a inferir que el presidente Juan Manuel Santos está tentado por el Uribismo como algo posible, pero éste a su vez  calcula eliminarlo como acto “composible”  para no concertar los Acuerdos de Paz.

Reconocemos el alcance de la tecnología la cual hace posible que muchas cosas sean transformadas en nuestras vidas con celeridad y hasta obligatorias; es posible que podamos escribir que por el agujero de una cerradura entre un enorme elefante, que nada tiene que ver con el expresidente Samper, eso solo es posible en cine o con la ayuda tecnológica. Pero es composible que el Uribismo siga colonizando sus posibles relaciones con terratenientes, empresarios, banqueros y sus aliados incondicionales  que pernean y conflictúan al gobierno del Nobel, aprovechando la paciencia extrema de sus teóricos representables que a la fecha tienen indignada a la Nación que impacientemente espera que los Acuerdos con la FARC sean firmados YÁ, ante el asedio de la ultraderecha y el contubernio de sectores del NO cuya intención es golpear, desestabilizar e incendiar y seguir con su guerra eterna.

Los “composibles” del Uribismo que tienen diezmado al país no están pensando en lo “posible” de los Acuerdos de Paz; por el contrario, su aspiración a todas luces es sobrepasar los posibles Acuerdos para negarlos del todo en su naturaleza histórica y política. Algo similar a la idea que expresa “la realidad supera la ficción”; pero en este caso supera la teoría. Lo que está claro en el panorama nacional es que los posibles del oficialismo, en aras de materializar definitivamente los Acuerdos de Paz, están sujetos hasta ahora por los composibles del Uribismo que no son irracionales sino por el contrario desafían la razón de quienes anhelan la Paz, obligándoles inclusive a cuestionarla y a replantearse; mientras que los composibles del Uribismo avanzan y siguen calando sus mentiras incendiarias disfrazadas de ovejas.

Lo que observamos en el mito postmoderno es un Senador Uribe convertido en el hombre máquina composible que vive de los resultados, que no tiene ninguna historia interior motivada por la Paz y la convivencia humana, más bien por su sed de venganza histórica y de acomodación personal privilegiada, no importa lo prontuario de sus actos; más bien la preocupación es su defensa maquiavélica, “el fin justifica los medios”; no importa quienes son las víctimas. Volver a Aristóteles cuando decía que “el esclavo es aquel que puede cambiar de país, de trabajo de condición…”; no deja de ser un contrasentido, dado que el hombre libre es aquel que asume sus lapsos. Esa es una aspiración posible de los colombianos, mientras que para el Uribismo el ideal del cyborg es un mundo de esclavos “útiles”.

PUBLICADO EN EL DIARIO LA LIBERTAD DE BARRANQUILLA
DOMINGO 20 DE NOVIEMBRE 2016
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