FILOSOFIA POLITICA PARA EL CAMBIO
No es común en los
diversos círculos u organizaciones políticas hablar de Filosofía Política, ya
que ésta demanda una alta responsabilidad atendiendo a la concepción de los
filósofos enmarcados en las diferentes corrientes o tendencias de su
pensamiento. Son múltiples las definiciones sobre esta ciencia o disciplina:
para Mario Bunge es “la rama de la filosofía que sopesa los méritos y los
defectos de los distintos órdenes políticos, tales como el liberal, el
democrático, el socialdemocrático, el fascista”. Mientras que para otros, ésta
se ocupa de temas y problemas sobre el estudio y el análisis de los fenómenos
políticos, desde la perspectiva normativa y prescriptiva; estando entre sus temas
relevantes: la naturaleza de la política, el estudio de las diversas formas de
gobierno y sus condiciones de legitimidad, las teorías de la justicia, la
teoría del contrato social, y diversos problemas relacionados con la igualdad,
la libertad, la justicia y la democracia.
El filósofo político al
parecer está ausente en los partidos y movimientos por una especie de estigma
de quienes hacen de la política una actividad mercantil-electoral, perdiendo de
vista la concepción de la relación individuo-sociedad-naturaleza, olvidándonos
que éste es quien hace una lectura de los regímenes o sistemas que favorecen o
desfavorecen los intereses de la mayoría y los de las minorías, cuáles protegen
los derechos y cuáles los restringen, al igual que quiénes promueven el
progreso y quiénes lo obstaculizan.
La tarea del filósofo
político, desde los tiempos de Platón, está encaminada a plantear argumentos
fundantes a favor o en contra de los diferentes órdenes sociales que, a manera
de ejemplo, nos dirá si la libertad del individuo cuando no es controlada se
puede convertir en enemiga de la democracia o de la opresión. Además, éste en
su posición evidencia si la democracia hace parte de una pirámide en la cual se
define si viene desde arriba o desde abajo; como también si el privilegio es
enemigo de la libertad y de la igualdad. La Filosofía Política implica una concepción
del mundo y de la vida, mas no del mundo de las ideas, donde la acción política
cotidiana ha llegado a reducirse a hablar y escribir si estamos sometidos a la
voluntad de seres superiores que al final terminan conminando a la ciudadanía a
no saber a qué obedece determinado sistema político.
Los programas políticos
de los partidos, esencialmente los de vieja tradición y aún algunos de corte
supuestamente alternativo, suelen destacar sólo elementos reivindicativos de
carácter socioeconómico, saturados por estadísticas que no consultan su
ingrediente social, negando de esta forma que los programas en referencia deben
contener y expresar en la acción política una declaración de principios y
valores filosóficos que proclamen el tipo de sociedad y Estado a construir. En
este sentido es de destacar que a las organizaciones de ultraderecha no les
interesa reconocer el ABC de Filosofía Política hacia el bien común, porque su
objetivo es salvar al sistema del cual hacen parte a costillas de la mayoría
excluida de la población, en socializar las pérdidas y privatizar las
ganancias. Por el contrario, otro sistema alternativo al capital propone la
socialización de la esfera pública. Una Filosofía Política de nuevo tipo
reconocería que la política no debe estar circunscrita sólo a la lucha por el
poder, sino que incluye otros componentes como la gobernanza y los problemas
técnicos, científicos y políticos que guardan relación con la solución a las
demandas sociales y la preservación ambiental del planeta.
A la Filosofía Política
le asiste analizar la desigualdad social pronunciada, por ser ésta causa de
conflictos sociales y acentúa la pobreza absoluta. Le concierne a la Filosofía
Política examinar la democracia en el terreno político y en los demás
escenarios pertinentes como la administración de la riqueza, el entorno natural
y cultural, y al final plantear la democracia integral como la igualdad de
acceso a las riquezas naturales, de sexo y razas, igualdad de oportunidades
económicas y culturales y la participación de los sectores populares en la
gerencia de los bienes comunes.
Para algunos la Filosofía Política es un lujo,
cuando en el fondo es una necesidad para poder comprender la dinámica y la
actualidad política, y sobre todo para pensar aquí y ahora en el bienestar
colectivo. Es bueno resaltar que la Filosofía Política en la prestancia social
debe formar parte de un sistema coherente al que simultáneamente también debe
pertenecer una teoría realista del conocimiento, una ética humanista y una
visión del mundo acorde con la ciencia y la técnica contemporánea. De esta
forma, la Filosofía Política se constituye en la herramienta para desarrollar
al interior de los partidos las problemáticas de diferentes naturalezas que le
sirvan como antídoto o regulador de los verdaderos cambios que éstos requieren
y redunden en el beneficio de sus electores, simpatizantes y comunidad.
PUBLICADO EN EL DIARIO LA LIBERTAD DE BARRANQUILLA
DOMINGO 3 DE DICIEMBRE DE 2017
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