SÍ SE PUEDE
Por Hugo Castillo Mesino
Son
muchos los intentos de parte de los sectores democráticos y alternativos que se
han hecho para materializar las estrategias y llevar un candidato único a la
Presidencia de la Republica; no obstante, a ello, después de más de un año en
jornadas discursivas con divergencias y convergencias en la temáticas propias
de la naturaleza política para concitar la Unidad con bases programáticas, sin
afanes y con propósitos transparentes, llegaron a enrumbar el apoyo al
candidato Sergio Fajardo con la participación de los sectores y partidos
políticos expresados en la Alianza Verde, el Polo Democrático Alternativo y
Compromiso Ciudadano conformando la Coalición Colombia, con una visión creativa
iluminada como una nueva forma de hacer política y romper así con el falso
criterio según el cual “no se puede construir unidad programática por el presupuesto
fáctico de las ideologías que la anteceden”. Demostrando que Sí se Puede, la
Coalición Colombia abre sus páginas para que la ciudadanía en un acto racional
de madurez esté en la disposición de tomar la orientación o descartarla.
Las
prácticas políticas de algunos partidos o movimientos autodenominados de
vanguardia, históricamente han sido las de uniformar y de homogeneizar sus
decisiones en torno a la lectura que hacen sobre el país, no posibilitando los
consensos y disensos como ingredientes fundantes de la democracia. Contrario a
la consideración expresada, la Coalición Colombia ha desarrollado en su
estructura y dinámica escenarios que posibiliten el encuentro entre diferentes
que reconocen la diversidad, la pluralidad y la singularidad como variables
para el desarrollo y el enriquecimiento en la construcción colectiva del
programa y de las lineas de acción y de actuación.
Suele
afirmarse que el sentido común es el menos común de los sentidos, dado que en
nuestro ambiente político electoral se habla, tal vez irresponsablemente de
“hagamos pedagogía”, olvidándose que esta invitación debe tener como norte que
la pedagogía propende por la formación del ciudadano, a su opinión autónoma
movilizada al ejercicio de la libre elección en contraposición a las prácticas
corruptoras del voto agenciadas, por lo general, por el establecimiento y sus
aliados. Así mismo, una pedagogía política innovadora debe conducir al
surgimiento cualificado de nuevos liderazgos cimentados en huellas indelebles
que denoten garantías para la ciudadanía, donde las nuevas generaciones asuman
el papel protagónico que la historia de la trasformación social del país
reclama de ellos; impulsando la construcción de organizaciones ciudadanas
modernas de contenido verdaderamente democrático en la toma de decisiones de
acuerdo con los contextos en que interactúan y que tengan como médula
estructural un carácter colectivo y asambleario.
La
Coalición Colombia, en su acepción inicial, surge como un proyecto que tiende a
trascender la coyuntura con una visión de mediano y largo plazo, aunque su
prioridad actual sea alcanzar la Presidencia de la República, a la par que se
promueva la construcción de mejores condiciones democráticas en lo regional y
local e inclusive que pueda extrapolarse a otros sectores que no han podido
superar sus grandes contradicciones históricas convertidas en talanqueras para
avanzar. Solo se puede abrir caminos si cada paso que se da se piensa en su
alcance y en los objetivos trazados que permitan reconocer y visionar salidas a
la odisea guerrerista que hemos vivido en los últimos tiempos, al igual que dar
al traste con las olas de corrupción que no permiten el manejo transparente de
las instituciones de gobierno.
Al
parecer, en un país como el nuestro donde sistemáticamente se han abandonado
los valores, los principios, las grandes ideas y, por qué no decirlo, ideales,
que al final son aprovechados por los inescrupulosos políticos como seres
corruptos viciados por muchos partidos, en el peor sentido de la expresión, e
incluso criminales, olvidándonos que la política en sí misma es un aspecto
importante de la vida positivo y necesario; creemos que en las democracias los
políticos están donde están porque en alguna forma los han enviado allí los
ciudadanos y es ahí donde la Colación Colombia no puede equivocarse en asumir
una ética pública donde se haga de lo público lo público y que sea la
ciudadanía la encargada de darle una respuesta contundente a las desviaciones y
acometidos que deslegitiman los gobiernos de turno. Una ética pública que
dignifique la acción política sobre la base del fundamento de Ernesto Sábato,
según el cual “no hay fin noble por medios innobles”. Compromiso ético que debe
ser asumido no sólo en lo personal por sus integrantes sino como colectivo y
por cada uno de los partidos o fuerzas que conforman la Coalición Colombia.
Es
necesario convencerse, aquí y ahora, que solos no somos nada. Esta afirmación
se funda en que en el trasegar de la historia misma de los partidos o
movimientos políticos alternativos y democráticos no se vislumbra estadística
alguna que diga al país que electoralmente se han superado los retos que
demandan llegar al solio presidencial. Por eso, es aquí y ahora, donde se puede
demostrar que Sí se Puede triunfar.
PUBLICADO EN EL DIARIO LA LIBERTAD DE BARRANQUILLA
DOMINGO 07 DE ENERO DE 2018
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