FACEBOOK LIVE

Latest Posts:

LA ODISEA DE UN PRESIDENTE

LA ODISEA DE UN PRESIDENTE

Por Hugo Castillo Mesino

Al parecer, el presidente Iván Duque en su reciente viaje a los EE. UU., después de arrodillarse o rendir culto a la personalidad de su homólogo Donald Trump, atendió las coordenadas estratégicas y tácticas de cómo hacerle la guerra a Venezuela, consistente en ejecutar los planes militares y las maniobras de las fuerzas de combate del ejército “patriótico”. Atrevámonos a imaginar televisamente y en otros medios al partido Centro Democrático con su comándate y jefe, “cabeza de batallón”, el senador Álvaro Uribe Vélez; seguido del “comandante” Francisco Santos;  José Obdulio Gaviria, “teniente”; Alejandro Ordoñez, “estado mayor”, quien  en asocio con la OEA y la OTAN dirigirán lo que demanda esta guerra; Iván Zuluaga, “regimientos”; María Fernanda Cabal y Paloma Valencia, “militares” con la “reserva familiar”, quienes serán las cabezas de cañón y quienes con su belicosidad discursiva aspiran a sustituir a nuestras “heroínas” que contribuyeron a derrocar al colonialismo español. Este partido irresponsablemente ha creado y sustenta con sus voceros la guerra contra el hermano país, después de ser cómplices en el conflicto interno del desplazamiento de más de seis millones de personas, trescientos mil asesinatos, despojándolos de sus tierras y poniéndolas al servicio del gran capital. Este afán bélico paranoico presidencial lo fundamentan en la supuesta “seguridad nacional” ante el “peligro” inminente del Gobierno de Nicolas Maduro.

A países como Brasil, Argentina y Ecuador se les hizo la guerra al codificarlos como gobiernos de la izquierda vegetariana y a Venezuela como la izquierda carnívora en tiempos de Chávez, según los manuales gringos cacareados por Vargas Llosa; sumando a Nicaragua, Siria, Irak, Turquía donde los EE.UU. impuso sanciones económicas y bloqueos para asfixiar las posibilidades de gobernar al igual que a Venezuela por su posición geoeconómica y por la alianza entre China y Rusia; olvidando el presidente Duque que en la historia de América Latina, Colombia, NO ha  patrocinado ninguna guerra contra un país hermano y que solo él lo hace por cumplir el libreto de su amo Álvaro Uribe Vélez, quien no conforme con sus dos periodos de gobiernos nefastos y a la sombra del presente le hizo la guerra y continúa haciéndoselas a la Paz, a los campesinos,  obreros, dirigentes de izquierda y de centro, magistrados, profesores, estudiantes, etc.; Uribe no renuncia  a su condición de guerrerista por ser su marketing de mayor rentabilidad política y económica.


Antes que nada, como en cualquier reflexión filosófica, afirmamos que el neoliberalismo es una construcción epistemológica que posiciona a los países, a sus hombres y mujeres con una concepción de mundo y sociedad, mas no es un plan económico, es apenas una derivación. Ante una eventual guerra hipotética entre Colombia y Venezuela, la cual rechazamos de jure y de facto, lo que me emputa es no hacernos antes varias preguntas: ¿cómo la definiríamos?, ¿es justa?, ¿es posible vivir sin ella?, ¿cuál es el fin que persiguen?, ¿hay guerras humanitarias? Todo esto es un absurdo, Señor Presidente; la obra de Frederick Forsyth, “Los perros de la guerra”, nos revela que éstas solo sirven para repartirse los territorios y cambiar la geopolítica de los países donde el más poderoso o el que la financia se lleva el botín, robándose los recursos naturales e inclusive quitándoles los niños a sus madres y vendiéndolos a otros mercados de la indolencia y la misantropía. Señor Presidente, si usted insiste en esta paranoia le pregunto: ¿ha estudiado la posibilidad de mandar a sus familiares y a sus adeptos al frente de la muerte de los bombardeos entre hermanos que son inevitables en este tipo de confrontación?, ¿ya estudió el tratamiento que le va a dar a las migraciones interpaíses?, ¿ no tiene claro que la guerra es un proceso brutal y peligroso? Usted pretende esconder y convertir estas diferencias internas en Venezuela en violación al principio de la libre autodeterminación de los pueblos, cuando su misión central es darle solución a las problemáticas y a los males endémicos y sociales de nuestro país. En usted recaerá el peso histórico genocida y el repudio nacional e internacional de esa desacertada y aventurera intervención militar; deje de ser idiota útil de Donald Trump y de sus secuaces que pretenden saquear, empoderarse y eliminar a todo costo ese precioso don sobre la tierra como lo es la vida nuestra y los recursos de los hermanos vecinos con implicaciones económicas y sociales; pero, por encima de todo, matándonos los unos a los otros quienes no somos sus familiares. Para Erasmo de Rotterdam su adagio fue “Dulce bellum inespertis”, la guerra es dulce para los que no la han probado. Para muchos filósofos la guerra es un mal, casi siempre para los de abajo, que se ven impulsados a ella por la resistencia de los de arriba a ceder parte de sus privilegios. La paz es la madre y la nodriza de todos los bienes.

PUBLICADO EN EL DIARIO LA LIBERTAD DE BARRANQUILLA

DOMINGO 7 DE OCTUBRE DE 2018
Share on Google Plus

About hugo castillo

This is a short description in the author block about the author. You edit it by entering text in the "Biographical Info" field in the user admin panel.
    Blogger Comment
    Facebook Comment

0 comentarios:

Publicar un comentario