Por Hugo Castillo Mesino
Las multicolores marchas universitarias a lo
largo y ancho del país, antes y después del 10 de octubre, marcan una huella
indeleble del grado de conciencia, organización y participación de los estudiantes
universitarios y la solidaridad expresa de los movimientos sociales, de
artistas, intelectuales, etc., quienes se unieron en la defensa de la Educación
Superior. Las estadísticas son medidores sociales, económicos y educativos,
ellas no escapan a las cifras que se obtienen del DANE donde se analiza que los
gastos de Educación en Colombia han disminuido como porcentaje del producto
interno bruto (PIB). Se puede patentizar con el ejemplo que mientras que en el
2010 y 2011 la economía creció en un 4% y 6.6% respectivamente los aportes del
gobierno pasaron de 0.43% a 0.41% en ese periodo; es inconcebible que mientras
crece la economía se disminuya los aportes para las universidades.
Es cierto que sistemáticamente se ha venido
presentando una asfixia presupuestal. Desde la Ley 30 de 1.992 se formuló una
ecuación presupuestal (presupuesto y cobertura) que no consulta el crecimiento
anual de las universidades públicas en cobertura y en la necesidad de calidad;
se estableció el mismo presupuesto universitario en términos reales para el
incremento de la cobertura universitaria que en términos económicos según el Sistema
Universitario Estatal (SUE), la deuda hoy asciende a los 18.2 billones de pesos
de los cuales 3.2 billones de pesos corresponden a funcionamiento y 15 billones
a inversión suma, que los estudiantes denominan sarcásticamente, pero cierto, ”3.2
billones para no cerrar y 15 billones para no caer”. A esta realidad se le suma
el decrecimiento presupuestario de Colciencias que, en lo terrenal, es de 334
mil millones de pesos, que ni siquiera duplicándolo igualaría al presupuesto
del 2012, hoy descontextualizado nominalmente y que, traído a precio corrientes
del 2018, nos arroja la suma de 700 mil millones de pesos que imperativamente
debería ser el presupuesto actual de esta institución destinada solo para Ciencia
y Tecnología; en cuanto a la
investigación y las becas de doctorados deben tener un rubro especifico con una
ecuación creciente y estable como compromiso de gobierno. Ahora el ICETEX tiene
a más de 50.000 familias endeudadas y alrededor de 1.400 embargadas; por eso,
los estudiantes universitarios creen, sin derecho a equivocarse, que esta
institución debe condonar las deudas de estas familias y brindar créditos a
interés real del 0%.
En torno a nuestra Universidad del Atlántico,
la deuda del 2010 al 2017 asciende para funcionamiento e inversión a 230.000
millones de pesos según estudios realizado por la plataforma #LeTocaALaUA de la
cual hace parte el estudiante José Morales Suarez con quien analicé e
intercambié sobre esta temática de trascendental importancia para la comunidad universitaria
y la ciudadanía en general. Lo anterior se refleja en la merma o disminución en
la contratación de profesores de planta que hoy solo son el 33% de 1.400 docentes
para 10 facultades y 24.619 estudiantes. La Universidad solo cuenta con una
revista indexada, lo cual constituye una variable a superar por el bien de la
academia y la investigación. De los 86 grupos de investigación acreditados por
Colciencias con que cuenta la Universidad solo se encuentran 4 en nivel A1 que
es el escalafón más alto que tiene Colciencias.
La movilización nacional en la defensa de la
Educación Superior se caracterizó por enviar un contundente mensaje al Gobierno
del Presidente Iván Duque, consistente en que la universidades de este país
exigen los 3.2 billones de pesos a la base presupuestal y no los engañosos 500
mil millones de pesos presentado por Alberto Carrasquilla el “Ministro de
Hacienda”, confundiéndolos tal con otros supuestos recursos disfrazados, los
cuales en realidad representan 445 mil millones de pesos al ICETEX y solo 55
mil millones de pesos para la base presupuestal de las 32 universidades públicas.
La posverdad como tal no la podemos desconocer y el análisis que hacemos sobre
las universidades colombianas no lo debemos fragmentar dada su realidad y
objetividad donde se suma el necesario crecimiento en cobertura de miles
estudiantes que aspiran a ingresar y el gobierno como tal debe dar una
respuesta fáctica en los términos presupuestales.
PUBLICADO EN EL DIARIO LA LIBERTAD DE BARRANQUILLA
DOMINGO 14 DE OCTUBRE DE 2018
0 comentarios:
Publicar un comentario