Por Hugo Castillo Mesino
Comentan que el presidente Iván Duque antes del glorioso y apoteósico Paro Nacional del 21N
le tocó visitar a muchos países y, en su rutina burocrática y festiva,
acostumbra a conversar en la plaza pública como en los tiempos del “Compae
Chipuco” con su canción y notas “viajando para Fonseca y me detuve en
Valledupar…”, a diferencia que un viejito en un parque le dijo “y usted no es
el del ‘Paquetazo’"; a lo que respondió: “es una calumnia del
castrochavismo, yo soy el de la Economía Agria que tiene sabor a naranja y, de
paso, no gusto de las cacerolas que llegan a freír y a conjurar todo tipo de
marchas que me tienen sordo, ciego y
mudo”. El presidente acostumbrado a andar con su balón y su tinte arruinador de
cabello, con silueta entre viejo y joven, pero, al final, embolatado y enredado
como pantomima presidencial con su canción el "Compae Chipuco", tocando
guitarra proselitista que no quiso prestar para entonar letanías y cánticos
durante el Paro Nacional del 21N; cuando se le dijo que acompañara el
“cacerolazo” hirvió como fumarola de volcán con su voz desgastada y su nariz de
Pinocho. Cerca de palacio le preguntó un parroquiano al presidente: “¿Cómo se
llama usted?”; contestando: “Yo me llamo Iván y me dicen cariñosamente
Alvarito; yo vivía a la orilla del Senado de la Republica, es que los
congresistas de Polombia me quieren sacar, son malos vecinos; aunque viva a las
orillas del río Cesar como el “Compae Chipuco”; pero, distante del ESMAD, claro,
de lo contrario me hubieran bombardeado”.
El presidente siguió cantando su canción favorita
“El Compae Chipuco”: “soy vallenato de verdad, tengo las patas bien pintá, con
mi sombrero bien alón…”; parecido al sombrero paisa que usó para su campaña y
el carriel de su homólogo que lo tiene hundido hasta la coronilla. Yo sé que usted es bogotano y no lo quieren
ver ni en las sopas por mantener paralizada a la capital, fue usted el que
decretó el paro y su favorabilidad nacional apenas es del 25%. Siguió cantando:”
soy vallenato de verdad, no creo en cuento no creo en ná…” Es cierto que el
presidente está solo, aunque “cuenta” con su mentor Alvarito, quien aparece con
bajo perfil y le bloquearon la cuenta del Twitter; Marta Lucía está que lo
quita, tal vez con el apoyo de Fernando Londoño que lo mandó a solicitar una
licencia y hacerse a un lado, es más, fue socio de Marta en Interbolsa; Paloma
Valencia y María Fernanda Cabal juegan al desgaste internamente. Lógicamente
los sectores sociales y las comunidades han sido superiores al denunciar el gobierno
de Iván Duque por inepto, represivo y no estar al alcance de las circunstancias
que vive Colombia; además, requiere de un verdadero liderazgo y un modelo
económico que consulte las necesidades básicas insatisfechas y otras varíales
económicas, políticas y sociales.
El presidente con su guitarra antipopular de
los nuevos tiempos sigue cantando su himno favorito “El Compae Chipuco”; aclaro
que, el Compae no es responsable de sus aciertos desacertados mientras sigue con
sus notas: “Aquí tengo mi corazón y parte de mi alegría…”; alegría que se
extinguió con los saldos nefastos y posiciones de gobierno, con un pueblo
devastado y sin esperanza. Aunque los sinfónicos del cacerolazo despertaron, el
arte, la música, expresiones culturales y acciones ciudadanas han demostrado su
madurez, grandeza y siguen en la lucha para arrancar del gobierno lo que les
pertenece. Es un pueblo que ama la Paz, pero que no se amilana y se levanta
enarbolando las banderas de Dylan Cruz, símbolo de la protesta social.
Presidente, el “Compae Chipuco” esta disgustado
al saber que su pedazo de acordeón no lo valora, el que le sirvió
promeseramente para vender demagogia y éste al saber de su posición vacilante y
dilatoria ante las reivindicaciones del paro, óigase bien, le prohíbe cantar su
melodía, por sus respuestas no glocales, refiriéndose a los hombres y mujeres
del campo y de la ciudad. Ahora quienes los observaron haciendo pinolas con el
balón mágico y sentaron su admiración por llevar un circo interno, deben estar
arrepentidos y ya no salen a defenderlo porque su gestión de gobierno en vez de
aspirar a obtener un buen resultado a cada momento consiste en hacerse
autogoles.
Presidente, si vuelve a hablar con el “Compae
Chipuco”, dado que prefirió invitar a Maluma, y no tengo nada en su contra,
antes que a los estudiantes universitarios que reclaman mayor presupuesto para
ciencia y tecnología y luego invita a Palacio a los nuevos alcaldes y
gobernadores con soluciones gaseosas y estadísticas trasnochadas y NO concreta
nada con el Comité Nacional del Paro y otros sectores, estoy seguro que el “Compae
Chipuco” convocara a la reactivación del Paro Nacional. Repensemos a
Barranquilla y a Colombia.
PUBLICADO EN EL DIARIO LA LIBERTAD DE BARRANQUILLA
DOMINGO 01 DE DICIEMBRE DE 2019
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