EXPRESIÓN DE UN SUEÑO
El adagio popular dice: “Soñar no cuesta nada”;
pero, no deja de ser un vuelo de la imaginación despierta o dormida con la
intencionalidad de transitar como humanos por el bien, cambiante, sin fronteras,
que al encontrarnos con el otro en ese mismo vuelo no perdamos de vista nuestra
identidad, donde podamos unirnos en la búsqueda de objetivos colectivos comunes
y emerger ante el padecimiento de aquellos que confían en nosotros, que esperan
de nosotros, al vernos bregar y luchar sin soberbias todos los días del año por
sus necesidades insatisfechas de colombianos sedientos de esperanza y con
fracasos; aseguran que estamos con ellos y somos de ellos.
Expresión de un sueño es el recorrido en medio
de la noche y a lo largo del día de miles de compañeros y compañeras
movilizados entre calles y carreras, apostados en las plazas públicas y ante
corporaciones, exigiéndole a este gobierno raponero e ilegitimo que reconozca y
garantice los derechos que han sido conculcados a obreros, campesinos,
estudiantes, profesionales, amas de casa y otros que no alcanzaríamos a contar
con los dedos de las manos de un pueblo mamado, atropellado, que vive de
milagros ante la pandemia; mientras sigue dándose el cercenamiento social por los esbirros del
poder como en los tiempos de la colonia. Este pueblo debe seguir educándose en
la desobediencia civil, en la protesta social, en la movilización permanente,
como alternativas de ese sueño que no descansamos de soñar.
Se trata de colectivizar y masificar la expresión
de un sueño con enfoque lateral y circular, desde los objetivos sociales
reivindicativos que permita garantizar las divergencias y convergencias para
encauzar, organizar y desarrollar la movilidad ciudadana permanente ante el
desconocimiento de los derechos civiles y políticos, de esa manera confrontar
la instauración de políticas públicas represivas del Estado que asfixian la
vida social, económica y política de los colombianos. El tiempo transcurrido de
este gobierno y de los antecesores se caracteriza por la depreciación de la
capacidad adquisitiva ciudadana que redunda en el desmejoramiento de las
condiciones de la unidad familiar y de su entorno.
Este sueño toma cuerpo y alma política a través
de procesos reflexivos de los movimientos sociales y los partidos que dicen
llamarse filosóficamente “demócratas” y “progresistas”, a través de un “pacto
histórico en la unidad”, con principios mínimos, programáticos y una agenda
social amplia, plural, diversa, que encarne la participación de mucha gente por
la gente a reivindicar. Lo demás es fragmentación política, concebida como
oportunismo, populismo, revanchismo, sectarismo y soberbismo prepotente; de lo
contrario, serán una organización desorganizada, sin brújula y vivirán en la
metafísica de la nada.
Es cierto que en las organizaciones políticas autoproclamadas
“de avanzada” subyace una patología enmascarada de algunos liderazgos
autoritarios y soberbios que traumatizan las relaciones políticas al concitar
la “Unidad en Principio y Programas” para confrontar a quienes niegan la
aparición del sol y la salida de la luna. Ese comportamiento histórico no ha
dejado avanzar la expresión de un sueño y raya, por enésima vez, cuando de lo
que se trata es de establecer acuerdos políticos plurales para promover ante la
ciudadanía a los candidatos aspirantes desde la presidencia de la República y
corporaciones públicas hasta el último confín del territorio nacional; de no
ser así, sería un espectáculo repudiado con responsabilidad de los antiorgánicos
en grandes dimensiones, lo cual es aplaudido y festejado por los partidos y los
clanes de la derecha que siguen concibiendo que los demócratas, progresistas y la
oposición alternativa es su universidad donde obtienen grandes ganancias, máxime
en época electoral.
Otras de las patologías de los sectores
democráticos, sin desconocer sus buenas condiciones de salud política, es su
flojedad, fragilidad y flaqueza académica e intelectual de algunos que se
autoproclaman dirigentes nacionales y regionales, induciéndole a las bases
cambios cuando NO propenden por ellos. Generalmente esta sintomatología se
constituye en una debilidad que redunda en la falta de innovación,
investigación en los movimientos y partidos alternativos que permitan su
crecimiento y consolidación y que, a su vez, se expresen en favor del encargo
social ciudadano. Se puede describir, analizar, que algunos de los dirigentes
no escapan al elitismo corporativo y sus relaciones se circunscriben a un “bogocentrismo”
político; destacando su habilidad para elegirse y reelegirse al utilizar al
mejor postor o servil y al final desconocen aspiraciones regionales.
La acción política cuando se hereda es
resolutiva; no contribuye a la formación de liderazgos autónomos en la perspectiva
de la transformación de su propia realidad. ¿Hasta cuándo vamos a seguir
observando el comportamiento reiterativo en los sectores alternativos con intervenciones
repetitivas y clichés al montón, como rosarios de intervenciones calculadas, al
parecer del mismo talante como si se tratara del reparto del poder entre los
mismos con las mismas? Repensar la expresión de un sueño es seguir imaginando
que se está justo y a tiempo para desarrollar un rediseño del cómo hacer la
política.
LUNES 14 DE DICIEMBRE DE 2020
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