LAS MEDIDAS "ZANAHORIAS"
Algunos teóricos conceptúan que la corrupción tiene explicaciones psicosociales y culturales; para su análisis hay que hacerlo desde el enfoque holístico, dado que las personas, según Leslie Holmes, en su libro “¿Qué es la corrupción?”, define que las personas son corruptas por numerosas razones e incluso, cuando existe una primera intención identificable esta difiere de una persona o un grupo al siguiente. Seríamos ingenuos pensar que hay una explicación general que subyace como podrían ser la codicia y la oportunidad como patologías sociales detestables. Tiene más asidero la versión de que las personas hacen elecciones y toman decisiones con base en su libre albedrio, por un lado, y en el contexto que viven, por otro, motivadas por la rentabilidad económica y mediadas por aquellos inescrupulosos que desde ámbitos diferentes promueven la corrupción en cloacas gubernamentales como espacios de poder en detrimento del patrimonio y de los bienes públicos; aunque estas conductas suelen darse también en el sector privado.
Algunos individuos se corrompen debido a sus propias ambiciones; esto suele suceder cuando los canales de movilidad ascendente parecen estar bloqueados. Es ahí donde la corrupción se manifiesta, desde el pago de un soborno para ingresar a una universidad, lo que después se revierte en un obstáculo para alcanzar una posición de autoridad y si la logra esta se refleja en la mediocridad institucional representada por individuos corruptos en cargos de manejo o de dirección de las corporaciones o empresas públicas y privadas, implicados como los verdaderos VANDALOS en los robos, desfalcos, estafas o delitos contra la administración pública: Odebrecht, Hidroituango, Colpensiones, Interbolsa, Reficar, Agro Ingreso Seguro, escándalos en el sistema judicial, carrusel de la contratación en Bogotá, Megatanque 7 de abril en Barranquilla y otros actos de corrupción como pandemia criminal.
Ahora suele suceder lo contrario cuando un miembro de un grupo étnico minoritario llega a obtener una posición de autoridad y no se aprovecha personalmente del cargo que tiene, suele ser considerado como un perdedor o un imbécil por no haber sabido aprovechar su cuarto de hora; no importándole para nada que después quede en el lodo de la corrupción señalándolo o cumpliendo una decisión intramuro con afectación moral de su perfil personal; al final, su comportamiento queda inmerso en la teoría de la delincuencia, la cual contribuye a la comprensión de la corrupción que es la teoría de la oportunidad donde algunos individuos aprovechan para hacer sus fechorías por haber estado en el momento justo y apropiado en instituciones educativas, cargos públicos, corporaciones, inmersos en el enriquecimiento ilícito, aunque difícil de comprobar según declaración de renta.
En el siglo I d.C., el historiador romano Tácito escribió que, “cuanto más corrupto es un Estado más numerosas son sus leyes”. Esta reflexión histórica, vigente, permite hablar de las medidas “zanahorias” adoptadas en la corrupción con consecuencias funestas; que no es más que un crimen contra la sociedad como el cometido por quienes enterraron la Consulta Popular en Colombia al NO superar el umbral de más de 12 millones de votos y, que en estos momentos de crisis, algunos están de acuerdo con el proyecto de Reforma Tributaria desgastado del ministro Carrasquilla, el anfibio de los “bonos de agua”, como el expresidente Alvaro Uribe Vélez, perdón, exsenador y expresidiario, y el subpresidente Iván Duque, metido en su programa de “Telepresidencia” que ni él mismo se ve.
Hay una variedad de incentivos de los cuales los diferentes gobiernos pueden aunar esfuerzos para reducir y combatir la corrupción. ¿Es cierto que se ha implementado mejorar las condiciones de trabajo de los funcionarios, su salario y otras prestaciones? En algunos países como Singapur, Georgia y, en menor escala, Rusia, mediante sustanciales aumentos de sueldo las medidas “zanahorias” han sido exitosas; mientras que en el nuestro le han aumentado los sueldos como incentivos y los resultados han sido regresivos; por el contrario, se han empoderado y las decisiones jurídicas de naturaleza penal, civil, comercial…, están condicionadas a recibir valor agregado o coimas de parte de sus conciudadanos. Pero más serio es que a algunos policías de investigación criminal que están en relación directa con delincuentes pueden ofrecerles sobornos importantes.
Otra de las medidas “zanahorias” es asignarle bonificaciones a los funcionarios de las aduanas para controlar el contrabando proveniente de otros países como sucede entre Colombia con países vecinos. Estas medidas “zanahorias” se han constituido en grandes sospechas de estos funcionarios que al final terminan sobornando y creándose cuotas adicionales a su asignación salarial y bonificación; sumándose la rotación de los funcionarios cuyo fracaso es debido al tráfico de influencias, esta rotación produce una desventaja para los sobornadores quienes tienen que pagar dos veces por el mismo servicio: una primera vez al funcionario corrupto original y la segunda a su remplazante.
Repensar la corrupción es un problema significativo. ¿Gobierna una nueva generación o el pueblo produce acciones populares para un nuevo orden judicial y social?
LUNES 3 DE MAYO DE 2021
Buenas noches, Mis saludos, es motivante el artículo, Las claves de la corrupción:, Ambición, mediocridad, el famoso cuarto de hora etc Muy cintemporaneo Felicitacione Un Abrazo
ResponderEliminar