EMPODERAMIENTO FEMENINO
No se entiende a Cleopatra sin Cesar y Marco Antonio, ni a Helena de Troya sin Paris, ni a Romeo sin Julieta, o a Don Juan sin Doña Inés, ni Hamlet sin Ofelia, ni a Frida Kahlo sin Diego Ribera… Tampoco a Virginia Woolf sin Leonard Woolf; las páginas de la literatura universal han sido escritas por mujeres; otras tienen nombres de mujer porque se escaparon de las páginas de libros escritos por hombres, pero son de mujeres, al fin y al cabo, arquetipos unas, reales otras, tal como lo plantea la escritora Julia Navarro en su libro “Una Historia Compartida. Con ellos, sin ellos, por ellos, frente a ellos”. De tal manera que no se trata de la historia de ellas, las mujeres, sino la historia de todos, pero contada no a través de la supremacía masculina, sino de un lugar común.
En el sigo XXI también quieren hacer invisible a las mujeres, ya que de algunos sectores de la política hacen ingeniería social a costa de las mujeres negando el hecho de ser diferente a los hombres, lo que no presupone la desigualdad y menos que tengan que tener un derecho menos que ellos; tampoco se trata de que las palabras terminen en femenino, cambiar lo que hasta ahora son genéricos creyendo que eso es feminismo, se les llena la boca diciendo “matria” en vez de “patria”, pero niegan el calificativo de “madres”, ahí no está la igualdad de género.
La historia compartida con las mujeres desde la antigüedad hasta la contemporaneidad ha dejado huellas en diferentes campos y culturas, con ello no pretendo agotar la lista, empezando por Cleopatra, una líder política astuta y carismática; Hipatìa de Alejandría, filósofa y matemática; Aspasia de Mileto, influyente figura en la Atenas clásica, se convirtió en una figura destacada en los círculos intelectuales de la época; Juana de Arco, doncella de Orleans, clave en la Guerra de los Cien Años entre Francia e Inglaterra, símbolo de la resistencia; Mary Wollstonecraft escritora y filósofa británica, abogó por la igualdad de género y los derechos de las mujeres; Marie Curie, científica polaco-francesa, primera mujer en recibir un Premio Nobel y la única persona en recibir en dos disciplinas, Física y Química; Sor Juana Inés de la Cruz, poetisa y filósofa mexicana, una de las más grandes escritoras de la literatura en español, defendió el derecho de las mujeres a recibir educación; Malala Yousafzai, activista paquistaní defensora de los derechos de las niñas y la educación, Premio Nobel de la Paz en 2014 por su lucha contra la discriminación; Angela Merkel, excanciller de Alemania, se destacó por su liderazgo en la Unión Europea y manejo de crisis globales; Kamala Harris, política estadounidense se convirtió en la primera vicepresidenta afroamericana en la historia de Estados Unidos.
Son muchas las mujeres que han dejado huellas en la historia de Colombia, entre ellas: Policarpa Salavarrieta "La Pola", heroína, participó en la lucha contra el dominio español y considerada una de las primeras mujeres revolucionarias del país; Virginia Gutiérrez de Pineda destacada feminista, luchó por el reconocimiento de los derechos civiles y políticos de las mujeres; María Cano, líder sindical y política en la defensa de los derechos de los trabajadores, luchó por la igualdad de género y los derechos de las mujeres trabajadoras; Clemencia Arango, escritora, periodista y educadora, precursora del feminismo en Colombia, abogó por la educación de las mujeres; Ángela Restrepo Moreno, científica en los campos de la microbiología y la parasitología.
Las reivindicaciones de las mujeres en América Latina son diversas y abarcan una amplia gama de temas orientados a la Igualdad de género; derechos reproductivos; erradicación de la violencia de género; participación en la política y liderazgos; derechos laborales y económicos; educación y empoderamiento, entre otras.
Los aspectos relevantes a desarrollar las mujeres a lo largo y ancho del territorio nacional en sus aspiraciones políticas; deben estar inscritos en programas fundantes como producto de la demanda social pùblica: educación y capacitación política; redes de apoyo y programas de mentoría para mujeres interesadas en la política; acceso a recursos y financiamiento; eliminación de barreras y estereotipos; promover y defender la igualdad de género; participación en espacios de toma de decisiones políticas; resaltar y visibilizar los logros y liderazgo de las mujeres en la política para inspirar a otras mujeres; romper los estereotipos negativos; plantear las políticas públicas en la dimensión territorial.
Es fundamental reconocer y destacar los aportes que las mujeres hacen en la esfera política y su capacidad para liderar y generar cambios positivos en la sociedad. La paridad de género es una realidad y una necesidad inaplazable y como tal hay que construirla… Si las mujeres en el mundo y en especial en Colombia se pusieran de acuerdo para aislar del todo a los hombres que hacen la guerra, sin esquiroles, la paz sería posible; con el empoderamiento femenino…
Comunicador Social y Periodista
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