MENTIRAS Y VERDADES
El 3 de agosto del presente año se inscribieron 132.553 candidatos a las elecciones regionales a realizarse el 29 de octubre de 2023. Según datos de la Registraduría Nacional del Estado Civil, la población apta para votar en el Departamento del Atlántico es de 1.730.000 sufragantes, y para Barranquilla de 992.418. Ahora el Consejo Nacional Electoral (CNE) fijo topes para las Gobernaciones y las Alcaldías, acordes con la población de votantes; para el caso de los candidatos a la Gobernación del Atlántico y de la Alcaldía de Barranquilla, los topes de las campañas políticas son de $5.268 millones de pesos; de igual forma el C.N.E., determino que las listas a la Asamblea Departamental del Atlántico, el tope es de $6.081 millones de pesos y las listas al Concejo de Barranquilla, son de $26.772 millones de pesos.
El común denominador al realizarse las elecciones regionales del 2019, es comprobar la marcada diferencia entre los gastos reportados y el valor tentativo de la reposición de votos, entre ganadores y perdedores a las Alcaldías, Gobernaciones, Asambleas y Concejos Distritales y Municipales. Lo que reina es el desembolso de la cacareada reposición de votos; sin que exista sanción alguna para los gerentes de campañas, al no entregar “Cuentas Claras” al superar los topes, y por ende para los candidatos implicados. Al final de cuentas, no pasa nada por las relaciones políticas mancomunadas de los partidos, candidatos e instancias quienes dicen ser las que regentan, vigilan y sancionan los procesos electorales.
Los apartados iniciales son formalidades de la Ley. La preocupación estriba en: ¿quiénes son los partidos, organizaciones que respaldan a los candidatos que en cada cuatrienio electoral atiborran a los ciudadanos “entre mentiras y verdades”? como si esta práctica fuera un deporte nacional; lo insólito y absurdo es la apuesta en común de patrocinar a candidatos con sumas astronómicas para que una vez elegido, desde su corporación participen de la adjudicación de jugosos contratos y cuotas burocráticas disfrazadas con doble mascara “Mentiras y Verdades”.
La explicación: ¿De dónde salen los dineros a invertir en las campañas para sobornar con dadivas, promesas y compra de votos a los electores?; de ahí que los ciudadanos no se cansan de decir que la aspiración de la inmensa mayoría de los candidatos a las corporaciones públicas es un negocio brillante, que permite que muchos obtengan bienes y muebles que lo hacen cambiar de posición económica y lo obtenido de ella es protegida por sus familiares y testaferros.
“Mentiras y Verdades” existe la modalidad de candidatos con aspiraciones a ser elegidos muy a pesar de sus limitaciones económicas y con un gran esfuerzo, por encima de quienes “Cazan millonadas” como los partidos políticos con listas a las gobernaciones, alcaldías y concejos; con el fin de garantizar la infraestructura que demanda la campaña electoral y asegurar la votación: antes, el día de y después de las elecciones. Aclarando que estas son empresas más allá de la “Casa Blanca Merlana” gran escándalo nacional manipulado por la Fiscalía. Las elecciones regionales están plagadas por candidatos en las corporaciones públicas y que han tenido la posibilidad de hacer historia en la ciudad y el departamento; nos obstante permanecieron silenciados al lado del poder distrital y departamental y ahora aparecen como los salvadores, emancipadores y prohombres de la política, olvidándose de su clásico oportunismo y viviendo de sus ganancias, aspirando a reconfirmar.
“Mentiras y Verdades”, es usual nombrar “De todo hay en la viña del Señor” en esta simulada contienda electoral regional; que para el caso del Atlántico y el Distrito es atípica, al participar candidatos “Trirrepitente” a la alcaldía y a la gobernación, que sin ser especialista en asuntos contables desbordarán los “Topes” incalculables, determinados por el Concejo Nacional Electoral, sin anexar las practicas vergonzosas, como noticias rayadas cada 4 años.
Entre los pecados capitales, perdón “Mentiras y Verdades” en el escenario electoral participan candidatos a las corporaciones, dotados de una farsa oratoria con humanismo desmesurado, sofistas por excelencia, amorales prácticos para engañar electores incautos; que al decir de los ciudadanos son más peligrosos que los analfabetos políticos que atiborran las listas de candidatos. La pregunta válida es: ¿Las corporaciones públicas deben estar precedidas por inhumanos o gladiadores de mentiras y engaños a electores, que ingenuamente depositan su confianza?; lastimosamente los partidos políticos les importa un bledo o una M… definir los atributos morales de los candidatos, su formación y práctica política; pero si están de acuerdo con las cuotas económicas. ¿El Estado paga el ejercicio electoral y luego los elegidos, roban al Estado, a la enésima potencia?
*Comunicador Social y Periodista
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