FACEBOOK LIVE

Latest Posts:

EL ÁRBOL DEL AMOR EN NAVIDAD

                                   EL ARBOL DEL AMOR EN NAVIDAD


Por Hugo Castillo Mesino

Diciembre y todo el año es entre oscuro y claro, entre calor y frio, entre amor y odio, entre tristeza y alegría, entre recuerdo y olvido, entre paz y guerra, entre inflación y deflación, entre certeza e incertidumbre, entre reforma y oposición, entre lo público y lo privado, entre los medios y el gobierno, entre las mayorías del Congreso y el Pacto histórico, entre campesinos y terratenientes, entre asalariados y empresarios, entre el usuario y los servicios públicos, entre el Cambio y el statu quo, entre la vida y la muerte, entre la justicia e impunidad y pare de contar los ¡entres! ¿Hasta cuándo, pueblo?

Ante los “entres”, decidí ver las hojas de los árboles que aparecen adormecidas en medio de sus ramas, observé el árbol como esencia e inerme ante los demás, ante mis ojos, vuelvo a ver el árbol, ramas y hojas, su esencia es otra, se mueven al son del viento, también mis ojos alrededor de él, ahora los dos hacemos lo mismo, eso somos, movimientos. Observo mi cuerpo sobre un pedazo de tierra y se mueven, he querido sentirme ajeno al movimiento de las cosas, y al pensar se mueven ideas, aunque intente quitarles el movimiento a las cosas, giro sobre ellas, ¡se mueven!

Una vez por toda decidí quedarme al lado del árbol y aprendí cosas, es aquel lugar donde nace el romance, ella, él y otros, entonces lo bauticé “Árbol del Amor”. Él es testigo de la declaración que, en una mañana fresca donde la llovizna sonora con su eco, les daba musicalidad a las horas, en esa mañana brotaban palabras que mantenían a Rosa en medio del encanto que José confesaba con alegría, mientras el canto de los pájaros acompañó su declaración de amor, eso dijo José: He visto flores con sabor a diosa, tu Rosa con color a fuego, enciendes mi alma, yo te beso, un bello olor de diosa, de tu boca provoca.

Seguía al lado del árbol, pregunté a José: ¿Si el árbol del amor te inspira, que tendría que hacer para conquistar a Rocío?, donde la mañana humedece mi cuerpo cuando escucho su voz. José respondió airado: Colócate al lado del árbol, háblale de tu intención, confíasele que anhelas a Roció antes de nacer, te entenderá, de él solo brota amor. Luego quise llegar a ella; miré al cielo y dibujé a Rocío, la empecé a pintar con palabras, en el silencio de la música, que dicen: Mi cuerpo tiene frío cuando pronuncio tu nombre, de tus gotas de agua surge el calor, cuando te tengo me embebo, Rocío, como hielo en el corazón.

El tiempo corría, Rosa dibujaba a José en cada mirada, los suspiros tenían nombre, era la sed de Rosa por buscar cualquier provocación, se inclinó haciendo una pausa con movimientos suaves ante el árbol del amor, surgieron interrogantes, sólo con tocarlo y pensarlo emanan pensamientos donde el romance juega, la vida se enamora, lo que transcurre allí poetisa el alma; Rosa se atrevió a hacer el ejercicio, sin importar que las palabras sean el nacimiento de lo que somos y sin mediar palabras manifestó a José, la inspiración tomada del árbol: Soy mujer que nació de ti, te internas en mí, me afirmas y luego te niego, ¿José, te has preguntado cuánto te amo, el día que me robaste un beso y te conocí?.

Me he mantenido, he buscado tu nombre, dijo Rocío, te escondes, cuando los demás frente al árbol se confiesan y gritan hasta la inmensidad, recuerdas con mis gotitas de agua cuando la mañana terminaba iluminada con la salida del sol. Soy Rocío con sabor a vida cuando camino cualquier espacio, todos quieren tocarme, ¡no me dices por qué eres así!, no descansaré y partiré angustiada hasta que no te confieses, ¿qué guardas que no pueda llegar a ti y convertirte en la humedad que desea mi verdadero amor? Cuando amanece temprano tú eres el cántaro del día que deposita desde el cielo, gota a gota que sobre tus labios caerán, llegarás pidiéndome el néctar de mis besos.

La mañana se transformó en noche; en el árbol del amor se veía el cansancio. Rosa, al igual que José, se miraba con Rocío, cuando el amor anónimo se despedía con su sonrisa e idilio, diciéndole al árbol qué hermoso enamorarse en la imaginación y pretender que somos existencia y amamos lo que no existe, siendo la existencia la que idealiza al amor; quiso volver a besarla y se fue, ¿Le preguntará al árbol del amor?

*Comunicador Social y Periodista


PUBLICADO EN EL DIARIO LA LIBERTAD DE BARRANQUILLA

MARTES 26 DE DICIEMBRE DE 2023  
Share on Google Plus

About hugo castillo

This is a short description in the author block about the author. You edit it by entering text in the "Biographical Info" field in the user admin panel.
    Blogger Comment
    Facebook Comment

0 comentarios:

Publicar un comentario