CUMPLIR AÑOS ES UN MILAGRO
Es comprensible que el día de tus cumpleaños, ayer, abordes lo vivido y los que sueñas por vivir. Interesante empezar por lo que no eras y aspiras ser; es el reto ante «la vida es lo que nos pasa» Cada vez que amanece al recordar que estamos en el planeta lo cual es una maravilla, surtido de alegría, por seguir haciendo cosas que alimentan el alma y armonizan la paz espiritual, dotada de insumos con Vitamina E: empatía, energía, emoción y endorfina; convirtiéndonos en endorfinomanos «esperar lo mejor»
Al dividir los que nos pasa con remembranzas, desde la niñez pasando la adolescencia hasta la adultez en la provincia como en la ciudad, alcanza la pregunta ¿Cómo fue mi metamorfosis social, cultural y política, de lo que no era? Nos damos cuenta con neuronas aterrizadas que éramos lo que no somos y somos lo que no queremos ser.
Cuando niño eran pocas las preocupaciones. Como adolescente el mundo es fascinante y trágico donde los horizontes aparecen y se pierden. En la adultez confluye el orden más el desorden; triunfando la organización de un mundo construido sin darnos cuenta de «la vida es lo que nos pasa» donde se suma, se resta, se multiplica y se divide, surgiendo situaciones con antídoto fortalecido por disciplina y perseverancia aflorando recompensas labradas de aciertos, desaciertos, triunfos y perdidas; ideando que el vivir no es un acto lineal. Al final eres tú, artífice de un mundo inventado aún con fantasmas fácil de soportar compartiendo realidades.
El «cumplir años es un milagro»; es el día que llevamos dentro y fuera. Hay tiempo para agendar la razón de vivir pensando en los demás, que cumplen y tienen su lectura sobre «la vida es lo que nos pasa» y en ese marco comparativo observamos familiares y amigos de infancia y otros cultivados en el trasegar del tiempo que se han despedidos sin decirnos adiós, mientras muchos permanecen atropellados por circunstancias. Siempre hay un signo de alegría por algunos que al encontrarnos o al llamarnos nos alegran la vida, al igual que los que nos nacen soñar con regocijos y logramos conversar mirando los ojos por horas sin mirar el reloj convirtiéndose en un día de fiesta, es un nuevo amanecer, es volver a renacer en el tiempo y el espacio, es imperativo «la vida es lo que nos pasa»
Interesante es el «cumplir años es un milagro» ser preclaro al saber que familiares y amigos son sinónimos de vida y parte del cordón umbilical social; con quienes compartirnos, sembrando sueños, realidades, hilando cada paso, donde sus palabras, miradas, gestos y hasta el silencio envían señales de lo que somos y hacemos imaginando que se puede aprender y desaprender de una persona subrayando la intencionalidad. El éxito como búsqueda de felicidad depende de uno mismo «la vida es lo que nos pasa» por ello es bueno enfatizar “no es la vida la que se está acabando, somos nosotros” cuando nos obstinamos en dejar pasar el tiempo sin construir mundos y crear realidades.
Si mañana que es un día cualquiera, como nos pasa a todos al cumplir años. No te aferres al pasado, ni al presente, sino en el hoy, el aquí y el ahora; para que seguir conjugando tiempos evaluando el bien inmaterial de lo que has hecho por ti y los demás. Si no los has hecho estas a tiempo. He aprendido que preguntar es mal difícil que responder y ante esta tesis de vida como proceso dialectico, debemos enseñar a hacer preguntas profundas y romper la trivialidad como sofisma; recordad que esta sociedad requiere de preguntas y respuestas profundas.
Cuanta veces sea necesario al «cumplir años es un milagro» y «la vida es lo que nos pasa» visitaré al espejo sin caer en el narcisismo y comprenderé que cada vez que me mire soy diferente tanto físico como mental. Entonces el reto es ¿cómo vivir, pensar y hacer? Ahora no está en duda la existencia de Dios con sus atributos; creo que tengo mi dios, uno debe ser su compañía. Tengo razones que se desbordan en la confianza y escepticismo, amable y rudo, generoso y pobre, tolerante e intolerante.
Mi obsesión al «cumplir años es un milagro» seguirá siendo el encargo social en la brega, ante la miseria humana y detestar actos de corrupción por principios, sin consultar sagitario.
Comunicador Social y Periodista (*)
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