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¿DEJAN HUELLAS LOS PROFESORES?

      ¿DEJAN HUELLAS LOS PROFESORES?

Por Hugo Castillo Mesino

La universidad debería, por tanto, ser también el lugar en el que nada está a resguardo de ser cuestionado, ni siquiera la figura actual y determinada de la democracia.

Jacques Derrida. 

                                                                                                                                                           

Es difícil enseñar a leer, es complejo enseñar a pensar. Joan Carles Mèlich en su libro «La Sabiduría de lo Incierto» invita a reflexionar sobre lo que significa aprender a leer, que no tiene nada que ver con aprender a decodificar un texto, ni con tener éxito en la búsqueda de una información para resolver problemas cotidianos ¿Para aprender a leer tendremos que buscar un maestro, o seguir un manual de instrucción? La respuesta es No, la lectura es una actividad que demanda gusto, tacto y sensibilidad. El filósofo Martin Heidegger, señala «El maestro está mucho menos seguro de lo que se lleva entre manos que los aprendices. De ahí que, donde la relación entre maestro y aprendices ...»

No se aprende del todo a leer, a pensar, a escribir, amar y escuchar. Ello lo descubre junto a alguien sin querer. Es importante atender a las palabras de grandes lectores o escritores, quienes, a través de su experiencia, aprendizaje conducen a transformarnos; válido recordar los libros que nos sirvieron para leer y conocer el universo de la lectura. El lector se relaciona con un libro que tiene cuerpo, pero no es un objeto, es una cosa que tiene alma, una cosa que habita las almas de los ausentes, en ellas podemos encontrar el sentido del libro, su sabor, su corporeidad y materialidad. La lectura vive en la incertidumbre y no hay sabiduría de lo incierto en un sistema, sino solo conocimiento de lo claro y lo distinto.

Los pensadores del sistema viven más preocupados por la coherencia, que por la misma vida. Se dejan seducir del orden, en ese orden esta la clasificación en la que no hay espacios, ni fisuras en blanco; la vida no puede ocupar un espacio en estos sistemas. Lo mismo ocurre con las disciplinas escolares y universitarias; la lectura ha quedado atrapada en esta lógica, de ahí que un libro, una intuición de un pensamiento, solo tienen valor cuando el profesor quien dice «dejar huellas» se ubica en una asignatura o lo plasma en una guía docente.

¿Hasta cuándo vamos a seguir pensando en la superficie, que no es lo mismo pensar superficialmente? En la superficie se opta por lo metafísico, en el centro; mientras olvidas situarte en la piel. Los sistemas filosóficos y las disciplinas pedagógicas creen haber alcanzado un lugar, una idea, desde dónde se puede explicar todo, desde dónde todo cobra sentido; es una acción perversa, porque lo que queda fuera de esas disciplinas «Lo excluido» es lo más cercano a la vida. 

Él aprender a leer y enseñar no puede excluir a la vida, que está en los márgenes, en las cunetas, en los espacios en blanco, en los silencios, en las pausas; la verdadera vida es lo no dicho, lo imposible de decir, aquello de lo que la lógica de la disciplina no puede dar cuenta; las disciplinas no se transforman, cambian, pero no transforman, es un acto profundo que produce verdaderos cambios.

Se puede aprender a leer según Elías Canetti, pensador y escritor búlgaro «Lo que aprendes en el momento deberá depender de encuentro casuales y deberá continuar asi, de encuentro y encuentro, un aprendizaje y metamorfosis, un aprendizaje en el placer» El aprendizaje está sometido al azar; no me refiero al aprendizaje técnico, ni al científico, sino a la sabiduría. No se aprende a leer, lo que se aprende a leer es que toda sabiduría está sometida al azar, es inseparable de la condición humana. Las Instituciones educativas y universitarias, leen por encargo curricular, no llevan estadísticas de la producción de textos de sus profesores; son pocos los que compran libros y no cultivan bibliotecas.

Al leer el libro debe leerse en función del lugar en que lo lees, del momento vital, con quien lo lees, todo depende de algo imprevisto, del contexto y de los interrogantes que haces al momento de leer y después de leer.            

 

PUBLICADO EN EL DIARIO LA LIBERTAD DE BARRANQUILLA

MARTES 9 DE DICIEMBRE DE 2025
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